"SU DIVINIDAD" EL PRESIDENTE DEL ESTADO ESPAÑOL

La presencia en directo ante las cámaras de televisión del presidente del gobierno español Pedro Sánchez es toda una puesta en escena de valores y virtudes. El escenario se ilumina, mientras unos cantos de ángeles celestiales lo elevan hasta los altares. Su discurso fluye cuál manantial desde el fondo de su corazón, mientras muestra el camino a seguir a las almas descarriadas.


Con verbo fácil nos asegura que el COVID-19 está dando sus últimos coletazos y la recuperación económica del país ya es cosa casi del pasado. La vacuna será el maná de todos los males y ya podemos ir preparando el voto y que los ciudadanos se acuerden de quién ha sido el mérito de tal magno milagro. Amén.


Bueno, esto ha sido a grandes rasgos el resumen del discurso del Presidente. No ha dejado a nadie indiferente y no han pasado desapercibidas ninguna de las burradas que ha ido enumerando y aunque ha sido escueto ha dado mucho de sí ¿Cómo un presidente de un país puede pasar por alto tantas muertes y contagios, y que además tiene un país parado y en bancarrota y quedar tan pancho? ¿De verdad cree que nos lo creemos? ¿De verdad piensa que su pueblo es tonto? No entiendo nada. Las artimañas con que intenta convencernos no le van a dar resultado. Aunque reconozco que sus fieles seguirán sus pasos con los ojos cerrados. ¡Te alabamos Señor!


Pues nada, si así es feliz nuestro Sr. Presidente, allí él. Pero por favor, que no nos meta en el mismo saco y que nos cuente las cosas con pelos y señales para que sean creíbles. Que tampoco es tan difícil. Lo puede maquillar para que la situación no se vea tan grave y minimizar algunos detalles. Pero de aquí a decir que ya estamos al borde de la recuperación total va un largo camino. Sí lo que quiere es empezar a ganar votos para las próximas elecciones catalanas, hasta aquí estaría de acuerdo, pero de esto a lo que ha dicho hay un gran trecho.