... Tú eres el temporal y lo sabes, dulce amada,
y yo la barca que arrastras hasta los arrecifes o la playa.
... Tú eres el mar y lo sabes, dulce amada,
y yo el faro que soporta las bravas olas que vuelven a la calma.
... Tú eres la tormenta y los sabes, dulce amada,
y yo seré el río tranquilo que lleva las flores hasta la orilla.
... Tú eres altiva y yo sumiso. Tú eres viento y lo sabes...
y yo soy la brisa marinera que te acurruca al despertar cada mañana.
Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.