viernes, 31 de diciembre de 2010

SOLO ENTONCES NOS QUERREMOS

Tú, amor, me miras,
tú, amor, sabes que estoy aquí,
junto a ti, a tu vera, a tu verita,
meciendo tus sueños.

Tú, eres mi única razón,
la única verdad de mi vida.
Aquí me tienes a tu lado,
contemplando tu carita de niña.

Tu hermosura dulce y delicada,
llega hasta mí, con luz tranquila.
Quisiera pensar que esta luz
me guiará hasta más allá
de esta bellaza, más allá del tiempo presente, en que los cuerpos van perdiendo su lozanía.

Amada mía, será entonces
cuando averiguaremos cuánto
ha habido de cierto en nuestro amor.
Será entonces, solo entonces,
cuando cada abrazo, cada beso,
cada deseo fue fruto de un amor duradero.

Será entonces,
cuando todavía siga a tu vera,
a tu verita, meciendo tus sueños cuando podamos decirnos a ciencia cierta:

                  -“te quiero”

 Colección Hablemos de ti

sábado, 25 de diciembre de 2010

EN UN MUNDO SURREALISTA

Sufro por no tenerte,
pero no por esto he dejado de quererte.
Y aunque tú ya no me quieras,
no podrás impedir que en ti piense.

Porque pensarte es como tenerte,
y no te necesito para besarte,
solo con quererte y pensarte
para mí es suficiente.

Al pensarte, en mi mundo surrealista,
creo que todavía me quieres,
que tus besos siguen buscando mis labios
y que tu cuerpo y mi cuerpo
se funden en un mismo cuerpo enamorado.

Mira, amada, todavía te amo
y con pensarte, consigo
unir nuestras vidas para siempre.
Pensarte, es tenerte a mi lado
y seguir inventando un mundo aparte. 

Allá, no ha cambiado nada.
Allá, tú sigues siendo mi reina.
Allá, tú me besas, tú me amas.
Allá, tú sigues viva en mi alma.

Colección  Hablemos de ti

AVISO IMPORTANTE: AMAR DISTORSIONA LA REALIDAD

No, amigo, no puede ser verdad.
¿Por qué cuando estamos enamorados
todo lo que hacemos transforma
la más pura y lógica realidad?

No, amigo, no puede ser verdad,
seguro que vivimos en un sueño,
en otra dimensión, en otro espacio
o en otro planeta.

El tiempo se vuelve más lento
cuando estamos alejados de ellas,
más rápido cuando estamos abrazados,
más dulce cuando las besamos,
más amargo cuando nos peleamos.

Cuando estamos solos,
es como estar embriagado
y a la más mínima señal,
cruzamos el mundo de lado a lado.
¡Daríamos la vida aunque fuera
por un simple abrazo!

¿Te das cuenta, amigo,
como todo es muy extraño? 

Nos convertimos en esclavo
de una perversa hechicera
que se apodera de nuestra mente
con extraños brebajes.

Y así, mansamente,
sin que nos demos cuenta, ellas,
entre ungüentos y sortilegios
nos van robando el alma.

 Colección Hablemos de ti

lunes, 20 de diciembre de 2010

MIS CIEN BOCAS

La soledad me desespera
y me reconduce por caminos
perdidos en el frío recuerdo
del inicio del primer encuentro,
en donde naciste para mi boca.

Como colibrí, besé tus labios.
Con mano de seda, llegó aquel beso
de mis cien bocas ansiosas,
en donde aprendiste en cada una
el sabor de cien pócimas mágicas.

Recuerdo, ahora que la soledad
se obstina en memorar el pasado,
que me amabas con un amor inusitado,
y puedo gritar a los cuatro vientos
¡que juro que me amabas, que me amabas,
como a nadie jamás has amado!

¡Oh, mi flor de alhelí,
y también juro que mi boca
nunca saboreó tanta frescura,
y en cada uno de los cien besos
un manantial de agua fresca
me erizaba todo el cuerpo!

Hoy te acuso de ser la ladrona
de mis noventa y nueve bocas,
porque el día que te fuiste
me dejaste con una sola
y con el desespero de aquellos
noventa y nueve besos
que morirán presos en tu boca.

La soledad me mata, el tiempo pasa.
Yo lloro mis bocas y a ti
porque ya no te quedan besos.
¿Cuánto tiempo podrán vivir
las bocas sin los besos?


Colección Hablemos de ti

LLUVIA DE ESTRELLAS

¡Qué corta se hace la noche,
amada mía, cuando dos cuerpos
ansiosos de pasión se entregan
locamente al placer de amar, 
teniendo como testigo
la oscuridad del cielo!

Y es entonces cuando yo
me convierto en luna,
tú en estrella errante,
los besos en luz plateada
y las caricias en el firmamento.

¡Tan alto se eleva nuestro amor,
tan fuerte es el deseo,
que nos volvemos pedacitos de cielo!
Allá arriba, allá a lo lejos,
allá donde casi ni nos vemos.

Volamos por un espacio sin final,
a lomo de tu caballo blanco,
a la grupa de mi caballo negro.

Noches en que el amor
se derrite en el cielo
y se trasforma en
lluvia de estrellas.

Coleccion, Hablemos de ti

sábado, 18 de diciembre de 2010

A LA SOMBRA DE UN PINO VERDE

Bajo un caluroso sol de verano,
paseábamos por estrechos caminos,
entre casitas blancas y rebaños de ovejas.
A lo lejos, repicaba la campana
de una iglesia pintada de cal viva. 

Caminábamos sin rumbo hacia
la sombra de un monte de pinos verdes.
El grillo, la mariposa, la lagartija,
el pájaro, el gato, la liebre,
eran nuestros compañeros de viaje.

Mi voz, temerosa de mi pareja
y de la soledad del paraje,
pronunciaba de vez en cuando
alguna que otra palabra sin sentido.
A cada una, su risa sonaba en el silencio
de aquel bosque de pinos verdes,
como una banda desafinada.

Los pájaros seguían piando a nuestro paso
y los grillos no paraban de dar la lata.
Cansados del trayecto nos sentamos
sobre una piedra a la sombra de un viejo pino.

Yo seguía temblando, emocionado,
cada vez que miraba a aquella niña
de carita de ángel, de olor a romero,
a tomillo y a lavanda.
 
Puso su mano sobre mi mano,
¡Pensé que me moría!
Puso sus labios sobres mis labios,
¡Pensé que me moría!
Me dijo al oído que me quería
¡Pensé que me moría!

En un solo instante,
su mano, sus labios, su voz
me recordaba que me amaba.
¡No fue solo un beso,
ni tampoco fue un sueño
porque yo también la quise!
¿Quién sabrá nunca si
fue la mariposa o el grillo,
el tomillo o la lavanda,
el camino o el pino verde?

¿Quién sabrá hoy dónde estará
mi niña de carita de ángel?


 Colección, Hablemos de ti

jueves, 16 de diciembre de 2010

UN SUEÑO PARA DOS

Llegó a mi isla,
dulce y hermosa,
rodeada de una aureola
de luz y fuego.

Aquel mismo día,
soñé que con ella dormía,
navegando en un velero,
surcando el Mediterráneo
sobre un mar azul cielo.

Dejé al sueño
que navegara a la deriva,
mientras la contemplaba
boquiabierto jugando 
desnuda con la aurora.

Ya sé que todo
fue fruto de mi mente,
pero fue entonces,
en aquel mismo instante,
cuando su sueño
se coló en mi sueño,
y en un mar abierto,
seguimos los dos
navegando en el mismo sueño.

Sus ojos cual estrella polar,
me guiaban, y a su lado,
encontré la paz y la calma
que mi alma ansiaba.

La noche nos envolvió
en su manto negro, a juego
con las estrellas chispeantes
y una luna llena plateada.
Mientras, un coro angelical
le cantaba una canción de cuna.

Pernocté toda la noche
con mi mano sobre su cara,
con mis labios pegados a sus labios
y con los ojos atento,
para que no despertara
nunca jamás de su sueño.

Sus labios, de repente
despertaron del sueño
y me tiñó los labios
con un beso ardiente,
salido de las profundidades del mar,
¡con sabor a algas y a sal!

Salió del sueño llorando,
entre rayos y truenos
y yo quedé anclado en mi sueño,
buscándola en cada puerto.

Colección, Hablemos de ti

miércoles, 15 de diciembre de 2010

COMO UNA OLA

¡Qué dulce es imaginar
un desperar acariciándote
lentamente y comprobar
que tú eres la ola, ola, ola  
y yo un náufrago en tu mar!

¡Que ola tras ola rizada
con espuma encrestada,
alcanza mansamente la orilla
para besar mi boca salada!

E intuyo la ola, ola, ola
continua, fluida y fresca.
Ola de aroma de sal marina,
así es mi ola, ola, ola,
cuando llega al despertar.

Y así espero, pacientemente
la ola, ola, ola  plateada,
infinita y lejana, cada mañana
tumbado en la arena, para jugar
con ella, con mis dedos en su playa.

 Colección, Hablemos de ti

sábado, 11 de diciembre de 2010

UN NOVIO PASTELERO

Amada de mi alma,
si hoy pudiera elegir
un nuevo oficio,
sin duda alguna
pediría el de pastelero,
porque desde que te conozco
la pastelería para mí
no tiene secretos.

Y al mezclar los ingredientes,
inventaría un pastel diferente:
con tu cuerpo haría el bizcocho,
con tu pelo, cabello de ángel,
con tus ojos, azúcar moreno,
de tus labios, fruta fresca
y de tus pechos dulce chocolate.

¿Ves, querida, como tengo
todos los elementos
para hacer de tu cuerpo
un pastelillo inédito?

¿Te das cuenta ahora, vida mía,
por qué le pongo tanto esmero
a cada caricia y a cada beso?

No es solo por el hecho del deseo,
¡válgame dios, que también es cierto!
pero sin duda es porque
aprendo en cada encuentro.

¡Ay, amada mía,
si yo fuera pastelero
haría un millón de pasteles
para envidia de la gente,
para que creyeran
que en cada pastelito
se llevan un cachito de cielo!

jueves, 9 de diciembre de 2010

LA MANO QUE MECE TUS SUEÑOS

Aparecía en lo alto la luna,
inundando el mar de estrellas. 

En la habitación con luz de velas,
ella jugaba con las sombras.

Sobre la mesita un jarro de rosas
y una foto de dos jóvenes corazones.
Las velas lloraban a cada instante
el paso inexorable de la noche.

Por la ventana llagaba el suspirar
de las olas, al llegar a la playa,
y el viento silbaba una romántica
canción a ritmo de salsa.

Ella, inocente, jugaba con las manos
y me preguntaba cosas sin importancia
para que relatara historias fantásticas,
que yo me inventaba, mientras me miraba.
  

¡Ay, cuánta gracia escondía su sonrisa!
¡Cuánta alegría contenía cuando yo le platicaba
de brujas, de princesas, de duendes y de hadas! 

Se abrazaba a mi cuello y su boca me callaba.

Se nos caía la noche con tanta charla
y nos hallaba el alba, como tantos días,
jugando con las sombras de las últimas llamas,
dibujando sobre la pared blanca, dos alas.

Se nos fue la luna, se nos iba la llama,
se nos fue la ola, se perdió la samba.
Pero cada mañana quedaban dos almas,
almas abrazadas, mientras el mundo se apagaba.

Mi boca pegada, las manos entrelazadas,
el silencio se hace presente en la estancia.
Concluyeron las caricias y las fábulas.

-Duerme, mi amada,
que yo acunaré tu cama,
luego, me apoderaré de tus sueños,
para atravesar el cielo
volando en palomas blancas,
hacia un lugar, allá a lo lejos,
donde el sol nunca salga.



Colección, Hablemos de ti

martes, 7 de diciembre de 2010

CÓMO PINTAR UN BESO

¿Cómo explicar lo que
siento en cada beso?
Es la suma del olor
púrpura del jazmín
y el matiz espeso del cerezo;
es la luz de un espejo
que refleja tu rostro
cuando te peinas el cabello.

No es pasión lo que hace
que te diga lo que pienso.
Te juro que cada uno
de ellos es como el primero.
El viento del oeste me somete
y Cupido hace el resto,
tormenta y calma hallo,
de uno al otro encuentro.

El color de tus labios
me tiene preso;
unas veces rojos,
como claveles tiernos;
otras del color del cielo,
y en cada aliento,
se vuelven del color
del oro, mirra e incienso.

Cómo decirte,
sin ruborizarme,
que los adoro,
que no existe mejor néctar
que el de tus labios y
que el tiempo se hace eterno
cuando no los beso,
porque no veo cuando
el sol y la luna juegan con ellos.
  Colección, Hablemos de ti

lunes, 6 de diciembre de 2010

NO OLVIDES QUE NO SE PUEDE OLVIDAR

¡Ay, Señor, cuánto tonto anda suelto
que dice que la distancia es el olvido
y no sabe que cuando más duele el amor
es cuando anda lejos la persona que amamos!

Enciende la memoria y pone en marcha
la maquinaria diabólica de la nostalgia,
y si no la paras, puede dolerte hasta el alma,
igual te pilla de día, de noche o al alba.

¡Qué lejos está el olvido! Aunque que viva al lado,
da lo mismo que esté en Murcia o en Chicago.
Cada vez que te acuerdes, quisieras no haber nacido;
el dolor se hace intenso y preferirías no haber querido. 

Pobre del que vive en la ignorancia
y cree por un solo instante que ya ha olvidado,
y porque ya no sufre está salvado, ¡pobre diablo!
¡Corre, corre, que por mucho que corras no estás curado!

Puede alejarse el tren de tus recuerdos,
pero los pensamientos son eternos.
Tal vez un día creas que los has borrado,
pero cuando mires atrás, verás que tienes un pasado.

Y allí seguirán, mirándote burdamente,
¡la distancia y el olvido no existen,
son fruto de tu mente!


Colección, Hablemos de ti 

DEVUÉLVEME LA LIBERTAD

A ti, ángel mío,
que siempre te tengo
presente en mi mente,
pero ya ha llegado el día
en que ya no quiero
por más tiempo quererte.

Estás en cada rincón,
en cada árbol,
en cada piedra,
en cada esquina.

Estás en cada beso,
en cada abrazo,
en cada palabra,
en cada lágrima.

Estás en cada mirada,
en cada voz,
en cada grito,
en cada silencio.

Estás en mi sueño,
en mis sueños,
en mi esperanza,
en mi soledad.

¡Y es que no puedo más!
Estás matándome de amor,
pero tú ya no estás…

¡Quiero que me devuelvas
mi libertad!

Colección, Hablemos de ti 

jueves, 2 de diciembre de 2010

SOLO RECORDARTE QUE TE AMO

A ti, muñeca mía,
quiero explicarte que te amo,
que te amo de este a oeste,
de norte a sur,
de Madrid a Singapur,
del polo norte al polo sur,
del cutis a la médula,
del gemido al silencio.

¡A ti, muñeca mía!,
quiero explicarte que estoy enamorado,
que te he nombrado mi dueña,
y te he construido un castillo
para coronarte reina.

Desde el día que te conocí
ya no habido más luz
que la de tus ojos,
ni más sonrisa que tu  risa,
ni más besos que tus besos.

Te amo y por ti desvarío
porque eres original;
eres amapola, gota de rocío,
luciérnaga y mariposa.

Quiero caminar por el mundo
a tu lado atado a tu mano
para que nunca más estés sola.

Por miedo a perderte, muñeca mía,
hoy me he sentado
delante en un papel en blanco
para recordarte ¡que te amo!.

 Colección Hablemos de ti

PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO

Subjuntivo, indicativo, pretérito,
tiempo presente, tiempo futuro,
tiempo pasado…
Vuelven a mi memoria, como ola fresca,
emociones de ternura.
Y conjugando los tiempos del verbo,
regreso al tiempo pasado,
y te trasporto al tiempo presente,
igual de hermosa que cuando eras mi “novia”.

Tus ojos avergonzados delatan
que tu corazón todavía sigue enardecido,
y cada vez que me miras, el mío se acelera,
golpeando el pecho, como un loco encarcelado.

Pluscuamperfecto, presente de indicativo.
Hoy quisiera volver a estar enamorado,
de la misma chica de pelo y ojos negros
y sonrisa angelical, con la que conjugaba
las tardes de invierno el verbo “besar”.

Gerundio, imperativo.
El presente establece el pasado
y las dudas de joven inexperto
hacen que me pregunte ineludiblemente
¿por qué pasó el tiempo tan rápido?
Se nos escapó de las manos
entre juegos de adolescente,
mientras desmenuzábamos
los tiempos del verbo “amar”.

¡Adiós, mi gran amor de antaño!
Hoy he querido volver a conjugar
los tiempos de los verbos,
y te he devuelto al presente,
para adivinar cómo nos
queríamos en el tiempo pasado,
pero no estés triste, chiquilla,
porque en un tiempo futuro
volveré otra vez para liberarte.

Colección Hablemos de ti

UN VIAJE MUY ESPACIAL

Amigo, hoy te invito,
porque hoy será un día especial
y quiero que me acompañes
a volar por el espacio
a bordo de mi nave espacial.

Ven ligero de equipaje,
solo precisas imaginación.
¡No me seas incrédulo, amigo,
que hoy puede ser un gran día!

Conocerás planetas,
viajarás por las estrellas.
La luna será nuestra guía,
el sol iluminará la travesía,
y desde el firmamento,
veremos el planeta Tierra.

Amigo mío, no te “rajes”
porque te necesito
de compañero de viaje.
Dejaremos atrás este mundo
hipócrita y estresante,
y entre ovnis y meteoritos,
olvidaremos las miserias terrenales.

Sumérgete en tu corazón de niño,
que la nave va a despegar.
¡Amigo, abróchate el cinturón
que el espectáculo va a comenzar!

 Colección, Hablemos de ti

jueves, 25 de noviembre de 2010

EL POETA QUE QUERÍA SER PINTOR

Ya no encuentro palabras en el diccionario,
ni puedo ya inventarlas,
que hagan justicia a tu belleza,
y sufro en cada intento
de inmortalizar tu cuerpo,
solo empleando miserables letras.

Hoy cambiaría la inspiración del poeta
por la imaginación del pintor,
mi pluma por un pincel,
el papel por el lienzo
y la tinta por óleos de colores.

Solo por pintarte y dejar de sumar letras,
porque no consigo, por mucho que escriba,
plasmar tu hermosura con tanta ortografía.

Si fuera pintor, amada mía,
ya no haría falta que cada día
te reinventara, y en un cuadro,
podría mirarte el resto de mi vida.
¡Ay, dulce mía, cuánto me agradaría
coger el pincel y rebañarlo con los colores,
fantaseando los matices de tus curvas!

Te pintaría a la luz de la luna,
de color de manzana desnuda.
Tu pelo, de negro, jugando con el viento,
y al fondo, un millón de estrellas
brillando en un mar azul intenso.

Tus ojos, del color de la tormenta,
uno rayo y el otro trueno.
Los labios, sin duda, de color cereza,
que tiñan los míos en cada beso.
Los pechos, solo tienen un color,
el de la miel, miel de abeja, ¡miel de reina!

Déjame que por un día,
cambie mis herramientas,
porque quiero tener un cuadro,
un cuadro grande,
para contemplar tu inmortal belleza.

Deja que pinte tu cintura,
brazos y  piernas,
del color de la seda,
que mis dedos al acariziarte,
hagan que me desvanezca.

Deja que vuelva el día y amanezca,
que la luz del alba
se arrastre hasta el lienzo
para colorearte el alma.

Deja, amada, que este poeta,
¡haga su obra maestra!

 Colección, Hablemos de ti

AMIGA, MEJOR ME CALLO

Tengo un dilema, ¡pobre de mi!,
y es que no puedo dejar de pensar en ti
y no se si a ti te pasa lo mismo.

Me da miedo decirte que te quiero,
que tengo una espina clavadita
en mi corazón y que todo el día
estas runruneando por mi cabeza.
Y me pregunto si yo para ti
soy tan importante como tu lo eres para mi.

Ya ves que no es broma,
el día a día me abruma
y no me da tregua.
Las noches son eternas,
cuando no pienso en tus ojos,
me duermo y estonces despiertas
en cada uno de mis sueños
hasta el nuevo amanecer
y mi vida se convierte en un sin dormir.

Ya te he dicho que tengo un dilema,
que seguro que no vale la pena,
que mi corazón como otras veces se equivoco
y que tengo que empezar a aprender a olvidar,
a dejar de amarte en silencio,
a dejar de buscar en cada mirada
un mensaje de esperanza,
o una sonrisa cómplice de enamorada.

Ves amiga mía,
porque cuando estoy a tu lado
me distraigo y miro a otro lado.
Te das cuenta porque me sonrojo
cuando me coges la mano
o me das un beso en la mejilla.
Te das cuenta ahora, amiga mía,
porque huyo despavorido
a cada roce de tu mano.

Ves, como tengo un dilema,
que te quiero con locura
y no puedo quererte
porque también puedo perderte
y que el amor que siento me mata,
pero también es cierto
que si te pierdo me muero.

¡Amiga, mejor me callo!,
y sigo sufriendo en silencio
esperando que un día, amiga mía,
sientas lo mismo que yo siento

Colección, Hablemos de ti

HOY NO ME APETECE ESCRIBIR DEL PASADO

Hoy no quiero, no me apetece escribir.
Hoy no quiero, no me apetece recordar,
hoy no quiero pensar.

No, ni quiero, ni me apetece volver atrás
y sacar de un viejo libro empolvado el pasado.

No, definitivamente hoy no es el día,¡me duele!.

Si, me duele desempolvar las fotos amarillentas,
las fotos de color, la libreta de notas del instituto.
Las cartas de amor con dibujos de corazones
atormentados por un ángel desatinado.
Desenterrar, las viejas heridas de amores olvidados,
viejos aromas, colonias pasadas de moda,
besos furtivos, lagrimas desgarradoras de adolescente,
bailes atados al son de una canción bucólica.

No, hoy no quiero, ni me apetece escribir
de sueños de jóvenes soñadores bajo el influjo de la luna,
de miradas lánguidas y promesas de amor eterno.

No quiero tener nostalgia de mis pasadas ansias,
de noches en vela, de esperas y desengaños
.
Hoy no quiero, no me apetece recordar
porque me rompe el alma en cada pensamiento.

¿Donde guardaran ellas sus recuerdos
y estas fotos que yo todavía venero?.

Tal vez, yo, ya no sea ni tan solo un recuerdo,
tal vez no tengan la ilusión de cerrar los ojos
y volver a sentir aquellos labios húmedos junto al mar
o visualizar aquellas películas del oeste en blanco y negro,
entre apasionados abrazos en la ultima fila del cine.

No, no, no quiero, ni me apetece escribir de melancolía,
de libros de texto, de olor a lapicero, de profesores juiciosos,
de recreos jugando con los compañeros
a perpetuos partidos de futbol.
De domingos de olor a jabón, a brillantina,
a ropa limpia y a misa.

Hoy no quiero, ni me apetece escribir del pasado…
tal vez mañana.

 Colección, Hablemos de ti

AL VINO TINTO DE MI AMIGO

Hoy, amigo, quiero confesarte que tengo nostalgia
de aquellas noches de charlas, de amigos y vino.
Sí, nostalgia de la mesa y las sillas de tu terraza,
que mira al cielo azul, a la luna clara y al mar Mediterráneo.
    
Quiero escribir, hoy y ahora, que es invierno,
a las noches calurosas de agosto.
Aquellas noches largas de tertulia,
siempre acompañados por una botella de vino,
razón indiscutible para que en el horizonte
se nos cuele el alba. 

Que cosa más extraña que al cobijo de un tinto
del color del alma, en plena ebullición,
nos destierre el silencio de la noche encantada,
e inunde de palabras hasta el monte más cercano.

¡Amigo, ese tinto! Ese tinto nos arranca las penas
de lo más hondo de nuestro ser a carcajadas
y de los más dulces gozos nos arranca las lágrimas.
Qué extraña poción tendrá este vino bebido en tu casa,
que en la soledad de mi terraza, aunque apure la última gota,
 lo único que gano es una lastimosa resaca.

Qué tendrá el vino que nos das, que nos une
y, uno a uno, va dejando en el invite, el alma,
aunque luego, ya de madrugada no atinemos
y más que palabras, entrelacemos algún murmullo.

Supongo, amigo, que tu vino no tiene secretos
que son caldos cultivados para tomar,
que son cepas criadas por el hombre,
que son cultivadas con amor y dulzura
y guardado en barrica largo tiempo en la oscuridad.

No pongo en duda el proceso de este caldo celestial,
que sin duda es un proceso natural hasta llegar a la garganta.
Y es justo en este momento, cuando yo debato contigo:

¿Por qué necesito para beber este vino tinto a mis amigos,
a la mesa y a las sillas de tu terraza que mira al cielo azul,
a la luna clara y al mar Mediterráneo?

 Colección, Hablemos de ti

miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿QUIÉN DIJO QUE OLVIDAR SERÍA FÁCIL?


Me creía liberado de su influjo sobre mi mente
y que el tiempo se había encargado
de esparcir las cenizas del olvido,
desde aquel mismo instante que salió
volando como paloma emigrante.

No, fue fácil. No, no lo fue,
vivir sin entender jamás
por qué la perdí y me abandonó
en el más absoluto de los silencios.

Me encerré en mi propia cárcel de cristal.
Y empecé sin pausa alguna,
con todo el dolor de mi mundo,
a destruir uno a uno
cada sentimiento de mi corazón,
cada imagen grabada en mi mente,
cada recuerdo que surgirá en mi cabeza.

Enterré en el olvido, caricias, besos,
promesas, y sin remedio, tuve que enterrar
al más bello de todos mis pensamientos:
el de su cuerpo. ¡Oh Dios, su cuerpo!

Olvidé aquello que me hacía mas débil,
e intenté volver a vivir mi vida sin ella.
Salí de mi exilio convencido
de volver a ser un hombre nuevo.

¡Craso error el mío!
Aquel día, aquel maldito día...
en el mismo instante que pisé la calle,
al primer contacto con del viento,
creí oler el aroma de su perfume. ¡Maldición!

Se volvió a encender el volcán de mi memoria
y ahí está ella, de nuevo, seductora y buscona.
Y allí permanece de nuevo sonriente,
como niña mimada, jugando a su antojo con mi mente.

Colección, Hablemos de ti

RAMOS DE FLORES DE PAPEL

Sé que nunca más leerás
ninguno de mis poemas,
y que escriba lo que escriba,
nada cambiaría.
Tal vez esta sea mi fuerza,
que te ame sin que tú lo sepas.

Nunca pensé en quererte,
ni mucho menos amarte locamente;
pero ahora que ya me olvidaste,
escribo con mi pluma lo que fluye
de este pobre poeta enamorado.

¡Mira si te sigo amando,
que todavía hoy te escribo
poemas de amor, como antaño!
Como cuando llorando en mi regazo
repetías una y mil veces…
-“nunca me abandones”.

Ya ves, “espinita” de mi vida,
que por ti todavía me levanto,
por ti suspiro, por ti muero,
por ti invento y te reinvento.

Y cada día, desde que te fuiste,
en cada letra, en cada palabra,
en cada frase, en cada relato,
y en cada uno de mis poemas,
te mando un ramo de flores.

Colección, Hablemos de ti 

AMOR DE CONFETI


¡Ay, amor de papel,
cuánto sentimiento desaprovechamos
cuando el amor que emanamos
no nos es correspondido
y cuánto tiempo perdemos
en soñar con el ser que amamos
y que nunca seremos correspondidos!

Pedimos a los cuatro vientos
que por la noche miren las estrellas,
en donde hemos depositado
un deseo en cada una de ellas.

Que se siente en las rocas
a esperar que choquen las olas,
igual que nuestros besos
romperían contra su boca.

Que liberen su corazón
para que un día podamos entrar,
porque si por un momento pensáramos
que nunca lo íbamos a lograr,
preferiríamos  morirnos,
antes que empezar a olvidar.

Colección, hablemos de ti 

lunes, 15 de noviembre de 2010

AMOR A LA DERIVA

No quisiera que hoy
me miraras a los ojos,
ojos del color del cielo
y que ahora solo ven desierto.

Tampoco quisiera
que me dieras un beso,
un beso a estos labios
en donde antes hallabas fuego,
y hoy solo sientes viento.

Me siento solo,
solo con tu recuerdo.
Navego en un mundo de silencio,
en un océano inmenso.

Tampoco quiero
que acaricies mi mano,
mano que ayer fue de seda,
se ha vuelto rancia y arrugada.

No quiero que me mires a la cara,
mi cara no quiere verte,
y en donde antes veía joya y esperanza,
hoy solo ve tristeza y lejanía.

Hoy estoy extremadamente triste,
ya no tengo suficiente con los sueños
para seguir despierto, queriéndote.
Nuestro barco se  hunde
y te necesito más que nunca a mi lado
para ponerlo a flote.

domingo, 14 de noviembre de 2010

UN TIPO OPTIMISTA


En la habitación, la oscuridad emerge
mientras las sombras y el silencio
invaden cada minúsculo detalle.

Su voz ya no suena, ni su sonrisa retumba,
sus besos se los llevó el viento
y su aroma desapareció tras ella,
el día que cerró la puerta.

Nostálgica quedó la cama,
de sábanas de hilo.
Afligidos quedaron los candelabros,
que alumbraban con luz lastimera.
Mientras, al andar de la luna,
desfila su delgada figura
en los primeros compases de música clásica.

Este desamor no me mata, ni me arrastra,
ni me desgarra, ni me asusta.
El amanecer me encuentra tranquilo y despierto,
aunque a veces me halle lastimero o meditando:
¿Cómo se  puede conocer tanta dicha,
tanta felicidad, tanto amor, tanta dulzura
en brazos de otro ser humano?

A la hora del desabrazo, el despecho 
hace polvo todo el amor acumulado,
olvidándolo en algún lugar oculto.

Mas todo, amor y desamor,
forman parte de la existencia.
Ahora, en la penumbra de esta cama,
antes compartida, llora un trozo de mi alma,
pero otro pedazo, el de mi conciencia,
desarregla las lágrimas antes vertidas
por haber compartido “la vida”
junto a otra persona que me quería.

Colección, Hablemos de ti

A MI NIETO ALEIX

De lo más lejano
de mis recuerdos
veo un crío llorando,
igual que ahora llora
este "renacuajo".

Y es que por sus venas
corre sangre de mi sangre.
Su mano busca otra mano
y yo le tiendo la mía,
para que siempre
las dos estén unidas.

Pequeñajo, diminuto
recién nacido,
nada has hecho
ni nada has dicho,
para que yo te quiera.

Pero fíjate, minúsculo ser,
que yo ya te quise
antes de nacer.
Y aunque, callado,
asistí a tu parto,
al primer sollozo
supe que serías mi amigo.

Extraña forma de amar
es la que siento por
este pequeño ser
y prometo que,
mientras yo tenga vida,
lo voy a proteger.




martes, 9 de noviembre de 2010

LADRÓN DE LETRAS

Me río, me extraño, me sonrojo
y busco a diestro y siniestro
cuando oigo que me dices “poeta”,
porque nunca en mi vida pensé
en juntar más de dos letras.
Hasta el día que contemplé tu hermosura,
en aquel instante llenaste mi corazón
de vocales y consonantes,
despertaron mis sentimientos,
y con pluma en ristre,
tuve que contarte a cada instante
cualquier pensamiento que en mí nace.
Pero esto, no es obra mía, sino tuya,
porque aquel mismo día
te convertiste en pura poesía.
Yo, amada, soy un ser tímido y normal
que por ti me convertí en inventor de palabras.
También es verdad que escribo de otros temas,
pero es solo para rimar con “belleza”;
sol, flor, mar, bosque, luna,
mariposa, hierba, monte, hiedra,
árbol, luz, oscuridad, estrella.
Ya ves, amada, que no soy ningún “poeta”,
que solo soy un simple ladrón de letras.

LOS SUEÑOS, PARA LOS QUE SUEÑEN

¿Vos, princesa de mi alma,
queréis saber cómo
llegasteis a enamoraros
de un ser mortal, banal
y normal como yo?

Pues os juro por mi vida
que no me fue difícil;
no hizo falta hechizo
ni ungüentos,
ni pócimas ni conjuros,
solo os miré a los ojos
mientras vos hablabais.
Me reí de vuestras gracias
mientras os reíais.
Busqué en el firmamento
la misma estrella
en un cielo estrellado.
Olí la misma flor
en un jardín inmenso.
Caminé a vuestro lado
en un bosque encantado,
mientras escuchabais el silencio.
Tampoco fue difícil quereros
porque ya os quise
antes de conoceros,
y resultó fácil
que de mí os enamoraseis,
porque yo soy en vuestros sueños
“el príncipe encantado”.

Y ahora, princesa mía,
permitidme que desaparezca
de vuestro sueño,
hasta que me necesitéis
en otra fantasía.

UN LOCO ENAMORADO

Hace tiempo que tengo miedo
me falta coraje
para decirte a la cara
lo que por ti siento.

Tú tranquila, amiga mía,
que aunque por dentro me muero,
no es difícil decírlo,
pero es que no me atrevo,
por si luego te pierdo.

Pues bueno, ahí va eso:
- ¡te quiero! 

Pero no creas que sea solo “eso”, lo que por ti siento, además de amor, es pura paranoia por tus huesos.

Unos se enamorarían de tus ojos, otros de tu boca o de tu pelo, y la mayoría, de tus pechos. Pero yo, amiga, quiero ser tu criado, tu cocinero y tu peluquero.

Ves ahora, amiga mía,
por qué tengo tanto miedo
de decirte lo que pienso;
porque mi amor solo puede ser obra de un pobre diablo enamorado de tus miltiples encantos.


OJOS VERDES

Nunca más volveré
a ver otro amanecer
en tus ojos verdes,
como tampoco volveré
a prepararte el desayuno
mientras duermes.

Los dos aprendimos a amarnos,
pero mañana no sabremos
qué decirnos cuando nos separemos.

Recuerda que donde tú vayas,
yo también iré;
y por donde pases,
yo ya pasé.

Te juro que nunca te sentirás sola,
y si tú quieres que yo esté donde tú estés,
llámame, y allí estaré esperándote.

Escogiste un camino diferente,
y en tu equipaje, te llevas mi vida,
y yo me quedo solo, muy, muy solo y triste.

Pero quiero decirte, antes de partir,
que nadie, por mucho que lo intente,
sabrá ver “un amanecer”
en tus increíbles ojos verdes.

DECLARACIÓN DE INTENCIONES

Amor, tengo miedo
de que lo nuestro sea efímero
porque sé que te quiero,
que te adoro a ti y a tu cuerpo
y me diluyo en tu boca en cada beso.

Pero sé que el amor es traicionero,
que es droga dura,
que hoy te enganchas
y mañana necesitas ayuda.

Amor, hoy por mí te mueres,
pero tal vez mañana, cuando te llame,
no me cojas el teléfono,
¡Ya ves mi niña, que te soy sincero!

Quiero que sepas que te adoro,
que soy un hombre enamorado.
Y si prometes no dejar de amarme,
te juro por mi vida, amor mío,
que morire pronunciando tu nombre.

¿QUÉ QUIÉN SOY?

¿Qué quién soy?
Tal vez un deseo,
una ilusión, un recuerdo,
o simplemente, un sueño.

Si fuera un deseo,
sería pasión y fuego.

Si fuera una ilusión,
me aferraría a ella
como clavo ardiendo.

Si fuera un recuerdo,
morirías por un solo beso
que no llegó a tiempo.

Pero si fuera un sueño,
si solo fuera un sueño,
amor, por favor,
¡sigue durmiendo!

RECUERDOS

Con el tiempo
no hay remedio,
nos salen canas,
y irreversiblemente,
¡vamos envejeciendo!

¡No, no hay remedio!
Igual que nuestro amor,
que a pesar del tiempo,
seguirá existiendo.

¡Ay, cariño!
quien nos hubiera dicho,
por aquel entonces,
cuando nos dimos
aquel primer beso,
que todavía hoy,
te escribiría poemas
de amor eterno.

Ya ves, mi vida,
al final pocas cosas
nos ha robado el tiempo.
Ni siquiera ha conseguido
hacernos olvidar
nuestros recuerdos.

¡No, no tenemos remedio
porque todavía los dos
nos seguimos queriendo,
a pesar del tiempo!

PESCADOR DE AMOR

Tal vez sí que fui
ladrón de besos furtivos,
y reconozco,
que con verbo fácil,
no fue nunca difícil
robar algún que otro
corazón enamorado;
al igual que reconozco,
que más de una vez volví
con el mío quebrado.

Y ahora que hago balance,
no me salen las cuentas.
Y pienso que fue
mucha energía perdida,
para tantas noches frías.
Muchos abrazos dados,
para tanta soledad en mi alma helada.
Muchos caminos anduve,
para pasar tanto invierno
desnudo de cariño.
Alguna de ellas pasó
por mis abrazos como torbellino,
otras fueron brisa de verano,
veneno de araña o fuego de infierno.

Fui pescador furtivo,
hasta aquel bendito día
en que apareció ella en mi vida.
Llevó la luz, la alegría,
liberó mis ojos de tinieblas.
Encendió el fuego de la chimenea,
puso el pan sobre la mesa
y en la cama, sábanas blancas.

¡A partir de aquel día
sus ojos fueron mi faro,
su cintura mi barca
y sus pechos mi lecho!

Colección Hablemos de ti

lunes, 1 de noviembre de 2010

NO SERÁ FÁCIL SER ABUELO

¡Ay, madre mía de mi alma!,
que sin darme cuenta
se ha ido volando mi tiempo.
Ayer fui padre, y hoy,
me he vuelto abuelo,
y tengo que comenzar de cero.
Ayer era padre, y hoy,
me toca ser abuelo.

Tendré que volver
a empezar de nuevo;
tenerlo en mis brazos,
acariciarle con cariño
y con miedo de no
romperle el sueño.
Volver a sentir latir
su diminuto corazón,
y a cogerle el dedo
mientras está durmiendo.

Volveré a sentirme niño
para compartir sus juegos.
Tumbarme y hablar
en idioma secreto
e ir con mucho tacto
para que no rompa en llanto.

¡Ay madre!, qué miedo
que él vaya creciendo,
y yo vuelva a sentirme pequeño,
revolcándome por el suelo
en peleas sin descanso.

Tendré que detener mi reloj
para contarle cuentos
y dormirme antes de tiempo,
mientras él continúa despierto.

Retrocederé al pasado
y miraré dibujos animados,
y sin remedio, visitaré el zoo
para volver a ver leones y camellos.

¡Ay, madre mía de mi alma!
Y es que yo no sé
si sabré ser abuelo
y ver crecer a mi nieto.
Mirar cómo cambia
el color de sus ojos,
o el del pelo
y oírle balbucear “abuelo”.

¡Ay, madre mía!
Todavía hoy no sé
si eduqué bien a mis hijos,
¿cómo voy a educar
ahora a mi nieto?

La “a” con la “b”,
con la “u” y la “e”
más la “l” y la “o”…
suena: “abuelo”.

AMO TUS FORMAS

Amo tu forma de amar,
por ser pura y natural;
por dejar en mis manos
tu cuerpo celestial.

Cierras los ojos, abandonando
tu pudor a mi conciencia,
aligerando el peso de las telas.

Amo tu forma de ser,
por desnudar tu corazón
y convertirte en mis brazos,
en rayo de sol.

Sonríes jugando con mi pelo,
buscando de mis labios palabras de amor.

Al pisar el suelo,
contoneas el cuerpo con delizadeza,
como pidiendo perdón.

Amo tu forma de hablar,
por ser ocurrente y genial,
por compartir
noches de solitarias tertulias
a la sombra de un candil.

Y escuchar pacientemente,
extraños relatos en mi mente.
                                                   
                                                  A mi prima Àngela (foto)

Colección Hundido en mi colchón

DÍA DE LOS ENAMORADOS

Con cara de niña curiosa, me preguntaste:
-¿qué es estar enamorado?
Una sonrisa hizo ponerme en guardia,
al querer indagar en el fondo de mi alma.

Con semblante arrogante,
me puse a meditar con atención,
para no caer en el error de
buscar falsedades en mi elocución.

Estar enamorado es oler
el aroma de su piel,
y su fragancia en su ropa.
Es vivir en un cuento,
en un sueño que no te pertenece,
porque dependes de lo que
la otra persona siente.

Decir al viento "te quiero",
anhelo de cogerle la mano y salir volando,
cerrar los ojos y dejar que el corazón
vaya a buscarla en la distancia.
Acariciar su pelo, mirarle a los ojos,
hablarle de su cara de hada,
acercarse lentamente a sus labios,
y posarse sobre ellos como un pájaro,
rozar su piel como un manto de oro.

Cambiar la mente,
vivir en el mismo cuerpo...
morirte de deseo.
Estar enamorado es
estar siempre a su lado,
sin pedir nada a cambio.

Por la noche, soñar que la has besado...
Llorar por la mañana,
cuando no la encuentres a tu lado.
Vivir feliz cada día,
morir a la hora de la despedida.
Robar una rosa,
cuando pasees por el parque.

Estar enamorado es
mirar tus ojos lánguidos
cuando yo te hablo,
esperando un roce de tus labios...,
de vez en cuando.


Colección Hundido en mi colchón

AMANTES

 Embriagados de labios,
en interminables noches de besos,
se pierden los dedos entre cabellos,
mientras sus brazos sujetan
aquellos inolvidables cuerpos,
para que no desaparezcan.
¡Obsesionada locura de
ofuscadas noches de caricias!

Los gemidos al aire
rompen el monótono silencio
de seres retorcidos entre sábanas,
buscando el último aliento
de la persona amada.

Como los maderos
encienden las hogueras,
en cada abrazo, los enamorados
encienden una llama de deseo.
Igual que arden los "ninots" de las fallas,
se abrasan las entrañas
de los amantes locos de ansia.

Al alba, empapados de ceniza,
dejan que extrañas formas
adornen aquella desarreglada cama.

Colección Hundido en mi colchón

martes, 26 de octubre de 2010

UN MUNDO DE CHUCHES

¡Ay, como te quiero
princesita mía!

Llegaste a mi mundo
egoísta y materialista
desde el país de la fantasía,
con tu corona de chocolate
y tu cetro de caramelo.

Desde el primer día
me convertí en el fiel bufón
de tu corte de papel y cartón.

Deja, princesita,
que duerma en tu castillo
de nata y fresa,
que durante el día
contemos conguitos y galletitas
y por la noche nubes de azúcar.

Déjame, princesita mía,
que siga siendo tu bufón
y vivamos juntos eternamente
en tu mundo de fantasía.


 Colección Hablemos de ti

VUELVO A TU CAMA

Me dijiste “vuelvo a tu cama".
Tu voz me sonó emocionada.  
Mi corazón se desbordó.
No hubiera nada en el mundo
que más deseara:
ni oro, ni joya, ni tesoro
podría hacerme tan dichoso.

¡Mi amiga, mi ama, mi amada,
mi dueña volvía a mi cama!
Sentí detenerse mi pulso
y perder la cabeza en aquel mismo instante.

Contesté: “ven mi niña”,
con un escueto hilo de voz:
 -“que no hay luna dorada,
ni sol naciente,
ni estrella radiante
que superara este instante”.

Volaron mis pensamientos,
mi garganta enmudeció,
mi boca se secó,
el reloj se atrasó,
haciendo un suplicio del tiempo.

- “¡Ven a  mi cama,
que mi corazón se apaga
y el trayecto que hay hasta mi casa
la ansiedad me mata!”

 Colección Hablemos de ti

GOTA A GOTA

Gota a gota,
golpe a golpe,
la gota golpea la piedra
y va haciendo mella en ella.

Igual que tu ojos
van cegando a los míos
mirada a mirada.

Igual, igual que cuando
tus labios golpean los míos
mientras me robas el alma.

Colección Hablemos de ti

EL SILENCIO DE UN BESO

Y ahora juntos
tú y yo, amada mía,
juntos en el  universo
que nos otorga
el silencio de un beso.

Justo en el breve instante
en que el eclipse
de dos labios sobrepuestos
se convierte en milagro,
la luz del día se transforma
en noche cerrada.

Colección Hablemos de ti

MI CORAZÓN ESTÁ DE FIESTA

Hoy será un día especial
porque vendrá mi amada
y lo primero que presiento
es su olor a rosa escarlata,
y solo con eso ya vasta
para que mi corazón
se vuelva loco de contento.

Divinos segundos
son los que tarda mi amor
en penetrar en mi morada.

Orquesta, baile, bullicio
¡hoy es día grande de alegría!

Suenan a lo lejos
fuegos artificiales,
mientras me derrito
en cada uno de sus besos.

¡Hoy mi corazón está de fiesta!

Colección Hablemos de ti

CORAZÓN DE ACERO

Como roca, hierro o acero
así ha sido mi amor
de fuerte y duradero.

Ya ves, amada mía,
que nada pudo conmigo.
Ni el tiempo me hizo mella
a pesar de los años pasados
y del descorazonamiento.

¡Cómo olvidarte!,
si tú me enseñaste a amar,
y aunque en otros labios
buscaste consuelo,
siempre supe que tu búsqueda
incesante nunca sería fructífera.

Años de olvido,
tiempo de aventuras
y amores perdidos.
Ni tan siquiera
la indiferencia y el olvido
fueron suficiente
para matar mi amor.

Ya ves, amada mía,
que no te miento
y lo que por ti siento
morirá conmigo.

Colección Hablemos de ti

SOLEDAD

Llega el invierno a mi pueblo,
y con él el frío a mi corazón.
Yo enciendo mi chimenea
para calentar mi soledad y mi pena.

Me siento detrás de mi ventana
viendo la lluvia caer en mi calle,
mientras el mundo pasa
por delante de los cristales,
pero tú ya sé que no volverás.

Un día volviste a tu tierra prometida.
Allí, lejos de mis tierras y mares,
te alejaste de mis costas abruptas
y de mis cálidas playas.

Te olvidaste de mi pelo,
de mis ojos y hasta de mis besos.
Desde mi ventana,
veo la gente correr  
para volver a sus casas;
y tú desde el verano
que ni me llamas.

Ya olvidaste tu amor pasajero,
también te olvidaste de tus promesas
y hasta te olvidaste de mi "cara de ángel”.

 Colección Hablemos de ti

CÓMO QUIERO Y CÓMO QUISERA QUE ME QUISIERAS

(1ª parte)
Cómo contarte
que cada instante
que pasa te quiero más.
Si miro la rosa o el mar
o la luna o una mariposa,
todo lo natural y lo superficial
me recuerda a ti.

Igual que las aves
vuelven a sus nidos
o los marineros
regresan a puerto,
así me siento yo
con el mundo respecto a ti.

 (2ª parte)
Si un día cambiara el viento
y la luna saliera por poniente.
Si ese día dejaras de mirarme,
si tus labios no quisieran ya besarme,
si pensaras en dejarme
en cualquier orilla como una colilla
o simplemente se te ocurriera
dejar de amarme.

Piensa, amada mía,
que a partir de este maldito día,
en el mismo instante
yo ya empezaría a olvidarte.

 (3ª parte) 
Si tal vez un día tu amor
navegara por aguas claras.
Si volara libremente de lado a lado
como pájaro en libertad.
Si bajara como río sereno
hasta besar el mar.
Si cada día encendieras la chimenea
para dar calor al hogar.
Si tus besos se convirtieran en  pluma,
si en cada caricia inventaras algo nuevo
y mimases el jardín del amor.

¡Yo te juraría amor eterno!

 Colección Hablemos de ti

sábado, 16 de octubre de 2010

¿QUIÉN TE GUIÓ HASTA MI CASA?

¿Quién te enseñó el camino hasta mi casa?
¿Quién paso a paso te llevó hasta  mi puerta?

Tal vez el pájaro,
tal vez el humo de mi chimenea,
tal vez la rana de mi charca
o el olor de mi rosal.

Lo cierto es que a tu llegada,
mi hogar se vistió de gala;
en mi jardín aparecieron
las flores más hermosas,
aves de exóticos plumajes
y a mi cama le devolviste la esperanza.

Mi Dulcinea, aquel día
cambiaste el agua por vino
y comimos con las manos
el fruto del amor prohibido.

Bendigo la flor,
el pájaro, el humo, la charca
y el camino que enderezó tus pasos
hasta mi humilde morada.

Colección Hablemos de ti

A FUEGO LENTO

Diría que tu juego favorito
es clavarme alfileres en el corazón.
No te cansas de cambiarme
flores por puñales,
y a mi amor, lo conviertes
en moneda de olvido.
Hay dos soles en tu vida, ambos oscuros.
Y dos lunas, ambas perdidas.

Soy tal vez frágil diana para tus devaneos
 y al final de cada juego
vuelvo a casa sin saber
cuál es el papel que desempeño.

Los relojes a tu lado se adelantan y se atrasan,
desordenan mi vida organizada y tranquila,
convirtiendo las noches serenas en pesadilla
y un rebaño de búfalos embravecidos
me acompañan en mi sueño hasta el alba.

Y después de tan largo viaje,
sigo sin comprender a qué estamos jugando.
Si yo soy cristal y tú piedra,
si yo soy antídoto y tú veneno,
y sabiéndolo no hago nada
y me quedo aturrullado,
para que al final me des caza
como a un pajarillo
y me diluyo como azucarillo
en tus brazos en cada acercamiento.

Y no comprendo mi obsesión
por tan desesperante amor,
porque en cualquier momento
cuando vuelvo a tu lado,
irremediablemente muero
y recojo una y otra vez mis excrementos.

¡Escucha, amada, mi súplica!
Te pido desde lo más hondo de mi corazón
que me abandones en la soledad de mi vida,
a ver si algún día logro subsistir
sin tu perversa forma de amar.

Colección Hablemos de ti

CONDENA PERPETUA

¡Ay, señor!

¿Cuánta tensión
puede albergar mi corazón,
esperando el bienaventurado día
en que estemos otra vez
juntos los dos?

¿Cuánto deseo contenido
puede anidar mi cuerpo?

¿Cuánta ilusión engendraré
hasta poder mirarte a los ojos?

¿Cuánto tiempo deberá pasar
para volver a sentirte mía
por unos breves instantes?

¿Cuánta locura cautiva,
daremos rienda suelta
en cada una de nuestras caricias?

¡¿Cuánto amor prisionero
dejaremos libre ese día,
vida mía?!

Colección, Hablemos de ti

LUNA NEGRA

               LUNA NEGRA Yo soy el que quisiera librarme de ti y el que quisiera olvidarte sin perder la vida en el intento, que ando algo ...