¿Cuántas veces tendré que nacer
para dar otra vez contigo?
¿Cuántas vidas viviré y moriré
sin que seas mía?
Y así, una y mil veces me iré
alejando y acercando
del ser por el que voy
a vivir y a morir eternamente.
Lejos, muy lejos,
quedaron los días de poesía,
las noches espesas de besos,
las madrugadas encantadas.
Hoy, las lágrimas se van al río,
un río que va al mar,
a un mar lleno sonrisas,
de caricias y de besos.
En mi alma, vive la soledad,
la misma soledad con que tendrá
que vivir eternamente tu corazón.
Injusto mundo el de los enamorados,
vagando por el limbo del amor,
sin poderse coger de las manos.
Injusto premio nos depara el destino.
¡Arrastrar las cadenas del amor
en busca del amor perdido!
Colección Almas nostálgicas