sábado, 11 de diciembre de 2010

UN NOVIO PASTELERO

Amada de mi alma,
si hoy pudiera elegir
un nuevo oficio,
sin duda alguna
pediría el de pastelero,
porque desde que te conozco
la pastelería para mí
no tiene secretos.

Y al mezclar los ingredientes,
inventaría un pastel diferente:
con tu cuerpo haría el bizcocho,
con tu pelo, cabello de ángel,
con tus ojos, azúcar moreno,
de tus labios, fruta fresca
y de tus pechos dulce chocolate.

¿Ves, querida, como tengo
todos los elementos
para hacer de tu cuerpo
un pastelillo inédito?

¿Te das cuenta ahora, vida mía,
por qué le pongo tanto esmero
a cada caricia y a cada beso?

No es solo por el hecho del deseo,
¡válgame dios, que también es cierto!
pero sin duda es porque
aprendo en cada encuentro.

¡Ay, amada mía,
si yo fuera pastelero
haría un millón de pasteles
para envidia de la gente,
para que creyeran
que en cada pastelito
se llevan un cachito de cielo!

AMOR DE TÍTERE

AMOR DE TÍTERE. Aquí me tienes de nuevo, querida, escuchándote como un títere, tal como a ti te gusta. Hablando con gran pena desde la dista...