EL ÁNGEL NEGRO.
Por las noches oigo que ella vuela hasta mi casa, con nuevas caricias llenas de llamas y jura por lo más sagrado, que nunca volverá a irse de nuestra cama.
Por aquel entonces, no importaba que la luz del día nos pillara desnudos. Yo, como un tonto enamorado, veía como el cielo clareaba de celeste claro, y alucinaba viendo alas de oro sobre las que se dormía en el más plácido de los sueños.Más, hoy, aunque la luna y las sabanas de lino son las mismas, la llamo en vano y la imagino entre extraños brazos, en otra cama.
Colección: 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES