miércoles, 4 de agosto de 2021

MARIPOSA

¡Ay hermosa mía!, que fluir tan dulce el que surge de tus labios que vas impregnando de flor en flor tan innato aroma. Le dedicas un solo instante a cada una y crecen con la esperanza de ser cautivadoras y hermosas. Les das la ilusión de ser únicas. Les hablas y las proteges, pobre de ellas, pobres flores, por qué saben que no tendrán jamás tu belleza. Se pintan de colores y se visten de seda para no morirse de envidia.

¡Qué equilibrada frescura la tuya!, que vas repartiendo cuál hada felicidad por donde pasas. ¡Hermosa mía!.

 
Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

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