miércoles, 16 de enero de 2013

NACER EN EL MEDITERRÁNEO


miércoles, 16 de enero de 2013


NACER EN EL MEDITERRÁNEO

Amigo, no pretendo que tus reencuentros
con mis letras sea un pretexto fácil para la adulación
y te prometo que en cada uno de mis poemas
me esmero como si fuera el primero
y no te engaño si te confieso que al final
siempre espero como un aprendiz tus halagos.
Y es que el poeta no está exento de las vanidades mundanas,
aunque tal vez, y solo tal vez, lo mal disimulemos.

Sé amigo, que te gustan mis poemas de mar,
del mar Mediterráneo. De islas, de la isla de Ibiza.
De cielos, de cielos azules luminosos.
De playas, de playas de arena fina.
De olas, de olas que llegan a la orilla
para quedarse dormidas.

Y es que como dice la canción “yo nací en el mediterráneo”
“Y quizá porque mi niñez sigue jugando en la playa”
yo te juro que me siento un privilegiado
“llevando su luz y su olor donde quiera que vaya”
y aunque mi piel envejezca con el paso de los años 
“tengo el sabor amargo del llanto eterno”
 y no puedo de por menos que con mis letras escribir
sobre sus “atardeceres rojos que se acostumbraron mis ojos”
Y nunca me arrepentiré de ser “un embustero,
me gusta el juego y el vino. Tengo alma de marinero”
Ya ves amigo no es difícil ser de mar adentro,
allí donde solo se nace y se muere sobre una barca
“¿Qué le voy hacer si yo nací en el Mediterráneo?”

Amigo, ya hace tiempo que me convertí en una de estas olas
de color azul turquesa que bañan mis playas
“que se acercan, y se van después de besar mi aldea,
jugando con la marea” y es que en el fondo de mi alma soy
“como una mujer perfumadita de brea.
Que se añora y se quiere, que se conoce y se teme”

¡Ay, amigo! Pero te digo que el día que venga a buscarme la muerte,
entre todos “Empujad mi barca con un levante otoñal
y dejad que el temporal desguace sus alas blancas”
que dejaré claro en mi testamento “que me entierren sin duelo
entre la playa y el cielo...” que no me asusta morir,
sino dejar de mirar las puestas de sol que van más allá del viento,
por esta razón solo pido que al llegar mi hora, yazga
“en la ladera de un monte, más alto que el horizonte”.
“Quiero tener buena vista” pero amigo, que sea cerca del mar
“Porque yo nací en el Mediterráneo”.

Ya ves amigo mío que no es difícil escribir de cosas cotidianas,
que son la esencia de mi infancia, de mi juventud
y serán las brumas de mi mar que me llevarán puntual hacia la muerte.
Pero tal vez, yo tuve la suerte de nacer mar adentro,
entre bosques de pinos y playas, entre soles radiantes y luces de luna.
Por esto si un día tengo que cambiar de lugar, llevarme al paraíso,
que juro no darme cuenta que solo me he quedado dormido…

Con cariño para mi amigo Gerardo.

           
                                 Foto cedida por Angels Arall
                      http://www.flickr.com/photos/angelsarall/                      
                                       
                                      Colección Poemas sin ton ni son                         

NACER EN EL MEDITERRÁNEO

Amigo, no pretendo que tus reencuentros
con mis letras sea un pretexto fácil para la adulación
y te prometo que en cada uno de mis poemas
me esmero como si fuera el primero
y no te engaño si te confieso que al final
siempre espero como un aprendiz tus halagos.
Y es que el poeta no está exento de las vanidades mundanas,
aunque tal vez, y solo tal vez, lo mal disimulemos.

Sé amigo, que te gustan mis poemas de mar,
del mar Mediterráneo. De islas, de la isla de Ibiza.
De cielos, de cielos azules luminosos.
De playas, de playas de arena fina.
De olas, de olas que llegan a la orilla
para quedarse dormidas.

Y es que como dice la canción “yo nací en el mediterráneo”
“Y quizá porque mi niñez sigue jugando en la playa”
yo te juro que me siento un privilegiado
“llevando su luz y su olor donde quiera que vaya”
y aunque mi piel envejezca con el paso de los años 
“tengo el sabor amargo del llanto eterno”
 y no puedo de por menos que con mis letras escribir
sobre sus “atardeceres rojos que se acostumbraron mis ojos”
Y nunca me arrepentiré de ser “un embustero,
me gusta el juego y el vino. Tengo alma de marinero”
Ya ves amigo no es difícil ser de mar adentro,
allí donde solo se nace y se muere sobre una barca
“¿Qué le voy hacer si yo nací en el Mediterráneo?”

Amigo, ya hace tiempo que me convertí en una de estas olas
de color azul turquesa que bañan mis playas
“que se acercan, y se van después de besar mi aldea,
jugando con la marea” y es que en el fondo de mi alma soy
“como una mujer perfumadita de brea.
Que se añora y se quiere, que se conoce y se teme”

¡Ay, amigo! Pero te digo que el día que venga a buscarme la muerte,
entre todos “Empujad mi barca con un levante otoñal
y dejad que el temporal desguace sus alas blancas”
que dejaré claro en mi testamento “que me entierren sin duelo
entre la playa y el cielo...” que no me asusta morir,
sino dejar de mirar las puestas de sol que van más allá del viento,
por esta razón solo pido que al llegar mi hora, yazga
“en la ladera de un monte, más alto que el horizonte”.
“Quiero tener buena vista” pero amigo, que sea cerca del mar
“Porque yo nací en el Mediterráneo”.

Ya ves amigo mío que no es difícil escribir de cosas cotidianas,
que son la esencia de mi infancia, de mi juventud
y serán las brumas de mi mar que me llevarán puntual hacia la muerte.
Pero tal vez, yo tuve la suerte de nacer mar adentro,
entre bosques de pinos y playas, entre soles radiantes y luces de luna.
Por esto si un día tengo que cambiar de lugar, llevarme al paraíso,
que juro no darme cuenta que solo me he quedado dormido…


                    A mi amigo Gerardo, para que me siga leyendo

                                 Foto cedida por Angels Arall
                      http://www.flickr.com/photos/angelsarall/                      
                                       
                                      Colección Poemas sin ton ni son                         t

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