¡amor loco!
Cuando tú te desnudas,
toda la habitación
se perturba.
Te desabrochas la blusa,
botón a botón,
mientras la seda resbala
por tus hombros.
La falda cae al suelo,
¡como fruta madura!
Con ojos enamorados,
miro tu piel acongojado.
¡Piel de miel,
rosada y fresca!
Despacio caminas
hasta mi vera
y me abrazas
con brazos de ángel.
Y justo en el mismísimo
momento en que la luz
de vela se apaga,
¡nuestros cuerpos,
se elevan!
Colección Muñecas de trapo