¡QUÉ NOCHE LA DE AQUEL DÍA!
Aquel día, ella supo sacar lo mejor que guardaba dentro de mí, sacó a la luz mis sentimientos y me dio el amor y cariño con el que había soñado. Con el primer beso alejó los malos pensamientos y desde entonces que no vivo en paz sin su presencia. Mi alma se ha vestido de luto, porque sin ella nada tiene sentido. Mi amante se fue con la luz del alba con la promesa de que volvería a buscarme. Pero aunque hayan pasado las semanas y lloré su ausencia, sigo con la esperanza de que un día volvamos a encontrarnos.