y me despierto sudoroso.
Recojo de la mesita de noche
un verso que me devuelve a sus brazos...
¡Y allí dentro me pierdo!
Y al llegar a su puerto,
me abriga entre su cuerpo,
y el deseo me posee...
¡Buenas noches, estrella polar!
¡Buenas noches, luna llena!
¡Buenas noches, amor mío!
Todo el mundo sabrá
quién es mi enamorada:
desde Espalmador hasta Es Vedrà
y también sabrá de mi gozo.
¡Como también que su corazón
será mi prisión!
Prisionero, celoso de mi carcelera.
¡Qué sufrimiento
cuando no estoy a su lado!
¿Quién le robará la estela de su caminar?
Dueña de mi amor,
que me tienes embrujado...
¡la vida me robas!
Colección Puntas de lápices