¿Y AHORA COMO TE DIGO QUE TE QUIERO?

¿Y AHORA COMO TE DIGO QUE TE QUIERO?

Tengo esta extraña sensación de estar bajo el efecto del cloroformo que se tiene en el primer beso, que hace que un hombre enamorado grite con un alarido interno lleno de deseo. Y de esta forma tan dulce, bajo esta luna clara de mi isla perdida en el mediterráneo, oigo el sonido de olas huérfanas llegando a la playa y el olor a sal marinera. 

Que no es la forma ni el tamaño ni el tiempo del beso, sino los labios de su ama por la que ando encandilado. Y no es tan solo eso, que es toda ella la que me provoca tal espasmo y me tiemblas las piernas y tartamudeo. 

Que son sus ojos y la forma con que me miran al llegar al encuentro de cruzar este par de labios rojos color del fuego. Que al primer encuentro dan la sensación de que vuelan mariposas al rededor de nuestros cuerpos. Y al final de tal relato, todo se borra de mi memoria y huelo como se lleva la brisa el olor de sus cabellos, mar adentro.

Y así paso el tiempo sin un principio ni un final, repitiendo una y mil veces el dichoso beso. Ya sé que todo es fruto de mi imaginación y de mis nervios, que no puedo pensar en ella estando cuerdo. Que sin más, al verla acercarse me llena de gozo el sonido de lunáticos violines que llegan más allá del confín de las luces del puerto.

¡Oh! Luz y lucero de mis noches de amor estrellado, de mi fantasía que me estresa y me confunde, que no es solo el beso ni estos ojos que me confunden, que es el conjunto de todo ello, que hace que navegue mi barca en dulces sueños de un confín al otro del mundo, que por los besos de esta mujer... muero.

QUIEN FUERA POETA PARA INVENTAR MUNDOS NUEVOS.

QUIEN FUERA POETA PARA INVENTAR MUNDOS NUEVOS.

Eres en mi claustro cerrado un caudal de inspiración de muchos quilates, que elevas mis letras a dimensiones inalcanzables en noches de ensueño. 

Rumor de olas, de intensos horizontes rosados y sonidos de violines lejanos. Que eres en mis notas, el aliento y el sabor del beso, el desliz de mis dedos sobre tu cuerpo de valles y montañas, caminos que voy abriendo según mi libre criterio. 

Tu, tu, sombra aérea, luz de luna, tú que te desvaneces en el silencio crepuscular como astro que deambula por el cielo cuál ángel de alas blancas. Tu amada mía, invento y creación de mi subconsciente, tú que juegas con los dedos con la luna y las estrellas. 

Tu, que besas con labios con sabor a fruta fresca, tu vieja amiga de largas noches dibujando cada poro de tu cuerpo hasta bien entrada la madrugada y luego me quedo dormido, abrazando mi estuche de lápices de colores.

Yo, el amante secreto de tus ojos de color turquesa, yo que recorro el universo en busca de un sueño perfecto. 

Yo, demente de vocales y consonantes, yo que voy tras algo divino que solo existe en la locura de un enamorado de su pluma. 

Juanjo Cardona. 

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA. 

LUNA NEGRA

               LUNA NEGRA

Soy yo el que quisiera librarme de ti y el que quiere olvidarte sin perder la vida en el intento, que ando algo dañado desde el día que te conocí aquella noche de luna negra. Que ando algo espeso, sin comerlo ni beberlo, me he quedado sin ti... y sin mí. Que no me reconozco ni en el espejo.

Que es a ti a quien yo más quiero y tú a mí ni me echas cuenta y cuando consigo que me abraces, mi cuerpo se vuelve trasparente entre tus pechos. ¿Y que quieres que te diga de los besos?, pues que son insípidos y aun así, saben a veneno. Que tú a mí no me quieres, esta claro como el agua. No, no es fácil tener un amor que no te corresponde, no, no lo es.

Así que ando yo como títere sin cabeza buscado la forma de olvidarte. Y así voy, de un lado a otro, buscando la solución que sea la menos dolorosa y esto me preocupa, porque últimamente vivo sin vivir en mí... y sin ti.

Juanjo Cardona. 

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA 

AMOR DE MARIONETA.

AMOR DE MARIONETA.

Aquí me tienes de nuevo, querida, escuchándote como un títere, tal como a ti te gusta. Hablando con gran pena desde la distancia que nos separa, engañándome vilmente, porque crees que tu mundo es perfecto y según tus principios, no debería existir la tristeza entre una pareja de enamorados. Y aunque nunca estés presente, debo esperar como una marioneta que vengas a rescatarme cuando te venga en gana. Tú siempre tienes cosas urgentes que atender en tu otro mundo perfecto en donde yo no tengo cabida.

Te recuerdo, una y mil veces, que sin tu presencia mi vida no tiene sentido, que las agujas del reloj siguen dando vueltas a la esfera sin remedio, que lo "nuestro" empieza a ser algo indiferente. Ves querida, como con el paso del tiempo me he hecho insensible a tus caprichos. Prometo que no me importa lo más mínimo, porque el tiempo perdido a tu lado está enterrado en un profundo agujero. 

Pero te juro, que sigo teniendo miedos, miedos de perderte y de no volver a verte. Bien te digo, querida, que sin ti la vida no tendrá sentido, que tú me has creado a tu imagen y semejanza. Me enseñaste a amar bajo tus formas y pausas y ahora que no jugamos con las mismas cartas, ahora que no me necesitas, me abandonas como a un muñeco.    

Adiós querida. ¡Que te vaya bonito!        

Juanjo Cardona.       

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA.

NO, TÚ Y YO NUNCA SEREMOS ROMEO Y JULIETA.

NO, TÚ Y YO NUNCA SEREMOS ROMEO Y JULIETA.

Se moría la vida mía por acostarme a tu lado, aunque fuera un rato, un rato largo, claro. Solo para saber lo que se siente al poder acariciar tu pelo dorado, oler tu aroma a hierba buena y agarrarme a tu cintura para no caerme de la cama y esperar que llegue lentamente el sueño.

Tanto tiempo, tanto amor retenido, tanto silencio callado y liberado en brazos de mi amor secreto. Esto es lo que yo más deseo del mundo entero. Este es mi gran sueño. Sueño que con los años se me ha hecho largo sufrirlo en silencio por miedo a tener tu desprecio. Y eso, solo con pensarlo, hace daño, mucho daño al más desgraciado de los corazónes enamorados. El mío.

Habrá un dia, en que se verán las torres más altan caerse a pedazos, los muros serán derribados y las puertas del amor se habrían de par en par para dar cobijo a un ejercito de besos desenfrenados en busca de labios huerfanos.

Y este seré yo, amada mia, un nuevo héroe que te protegerá de los peligros de amores  desconocidos. Prometo, que desde el momento en que te dé el primer beso, los astros iluminarán nuestro camino hasta los planetas más lejanos del universo. Así debería de ser, digo yo.

Mis manos protegerán tu bienaventurado cuerpo de peligros innecesarios. Y se oirán, sobre las ramas de los arboles, cantar a los pajaros, dando la buena nueva de nuestro amor a traves de los bosques más cercanos y los más lejanos. 

Mi nombre y el tuyo serán señal de amor y bienaventuranza. Y se cubrían los caminos con alfombras de hojas y petalos de flor, para los pelegrinos que vendrán a nuestro altar a orar, en busca de consejo, por amores que todavía no se han conocido.

Que así será, y no de otra manera. Igual que yo entregaré mi cuerpo al tuyo como símbolo de amor eterno. Y moriré en el acto, amada mia, si no fuera correspondido. He dicho. 

- Pepe, Pepe. Despierta que estas soñando y no se que dices de que te dé un cuchillo que te vas a cortar las venas. Pepe, Pepe, que tú eres tonto hasta cuando sueñas. 

- ¿Y a ti quién te ha dicho que me despiertes, Pepa? Mira que eres aguafiestas. Estaba yo en lo mejor del sueño y vas y me interumpes. 

- Tú con tus sueños y tu vida puedes hacer lo que quieras, pero es que ya te habías levantado y te habías traido el cuchillo jamonero de la cocina. Si quieres te dejo solo, porque vas a dejar toda las sabanas perdidas de sangre, tú mismo. 

- Tú siempre interumpiendo mis obras maestras. Un día que estaba inspirado. Era como un Romero y Julieta, pero tú y yo de protagonistas. No veas lo bonito que me estaba quedando. Un drama precioso y tú estabas bordando el papel de Julieta. ¡Lo siento! porque el argumento daba mucho de si y tenía posibilidades.

- Pues nada, Pepe. Tú a lo tuyo, que yo me voy a ver a mi madre. Ah! Y no te olvides de fregar la sangre y poner las sabanas en la labadora, no quisiera yo volver a casa y encontrar la cama ensangrentada, que la sangre me da muy mal rollo. Te aviso.

- Tú Pepa, no te preocupes por nada. Que visto lo visto, se me ha ido la inspiración al cielo. Ya veo que contigo no puedo contar para nada, que me frustas este arte que llevo dentro.

- Pepe, duchate que nos vamos en cinco minutos. Y esta mañana no estoy yo para Shakespeare ni suicidios en casa 

- Lo que tú mandes. Cariño. Pero que conste que no ayudas nada a la creación de mi obra.

- Tira, Pepe. Tira, tira para adelante. Que te vas a ganar una colleja inspiradora que vas a flipar en colores.

- ¡Jolines, Pepa! De esta forma nunca llegaré a ser famoso.

- ¿Tu famoso? No me hagas reir. Era lo que me faltava por oir, que tienes menos talento que un zombi en ayunas. Tira, tiraaa.

 

- Así somos los artistas en ciernes, unos incompredidos.

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA.