sábado, 30 de octubre de 2021

YO SIN TI NO SOY NADIE

¡Ay, amor! Que tú sabes, que en ti fluye el universo, que el sol, la tierra y el mar están presentes en mi destino y cuando no te tengo, estoy ausente. Que son las olas tus besos, que llegan para mojar mi labio y vuelven mar adentro a buscar más con aires frescos. Que son tus caricias un soplo de brisa nueva, que me alucinan sin remedio para recordarme que te quiero.

Que la tierra que piso me dice que todo es cierto, que no hay nada, nada, nada, más allá de nuestros cuerpos. Que cada día el sol entra por las rendijas de mi ventana para iluminar mi vida ordenada. 

 

Que eres tú, y tú lo sabes, que eres tú mi único deseo. Que eres tú, tú lo sabes que sin ti… yo no soy nadie.

 

 

 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

miércoles, 27 de octubre de 2021

LUNA LLENA DE OTOÑO, NOCHE DE NINFAS

Aquella noche de luna llena, cayeron sobre mi cama hojas secas de árboles marchitos. Y a mi boca desangelada le faltaron las palabras, al contemplar un mágico cuerpo, esperando el consuelo de mis dedos bailar sobre sus dulces pechos.

Al alba, de tan corta velada, un aire frío entró por la ventana trayendo en su espalda el desconsuelo de unos besos huérfanos que se habían quedado colgados en el cielo. En sus tristes ojos, se adivinaban dos lágrimas acompañadas de leves gemidos que el viento se llevó al poco tiempo. Y allí, los dos tumbados sin más sonido que el de las caricias, se podía escuchar el silencio pintar los bosques de colores de otoño.
 
Aquella mañana, mi alma se fue difuminando a través de la niebla, mientras ella desaparecía montaña adentro. Eso sucedió un día de noviembre, la última noche de luna llena de otoño, en donde los árboles se desnudan a su antojo y las ninfas salen de paseo.



 
Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

domingo, 24 de octubre de 2021

EL BAILE DE LOS SENTIDOS

Se detiene el aire mientras se viste la luna con manto sereno, en el instante en que se estremece un cuerpo al transcurrir de unas manos de seda. A cuyo tacto se desvanece en el olvido y se produce el delirio de una copa de vino tinto. Y así, como ausente, sin más, deja su suerte en brazos de una sintonía y al baile de unos dedos que buscan en el cielo notas celestes.

Trasluce todo más allá de toda lógica y allí con un redoble de tambores llega el misterio hasta el punto más álgido que el ser humano ha imaginado. Emoción que embarga al maestro, y al más desaplicado de sus discípulos. Mantienen a dúo un do de pecho dejando la nota en lo más alto del acto.Y un coro de ángeles, canta en confabulada armonía con ambos tenores.

Hasta tal punto que sus almas navegan al unísono en un mar de dulzura, donde ni se oye ni se siente, tan solo se percibe el silencio de la sala.

¡Oh, desmayo! ¡Oh, dulce olvido! ¡Oh, sueño tonto, que quitas y das vida!

Qué dulce final, qué bella obra, que da brillo a dos tenores desnudos sobre un escenario oscurecido.

Y hasta aquí hemos llegado, lectores: Dos actores, un coro de ángeles y unos cuantos músicos.

Baja el telón. Sube el telón. Saludan los artistas. Desde las primeras filas se oye un murmullo: - ¡Oh, divina comedia! ¡Oh, divina obra suprema, que despierta el sentido del amor, cuando los demás quedan adormecidos!





Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

jueves, 21 de octubre de 2021

HOY HA SIDO UN DÍA PARA LA NOSTALGIA

Aquel día se volvió confuso, no dormimos en toda la noche y la habitación estaba sombreada por una triste luna recortada. Sonrisas y caricias nos distraían del correr de las últimas horas juntos en un reloj desenfrenado. 

Mañana, querida, empezarán los llantos y las promesas de amor eterno, se iniciará la cuenta atrás de nuestro idilio. El otoño se despedirá con fina lluvia sobre los árboles despoblados de hojas y algunos rayos de sol se divisarán en un mar cubierto de niebla. La isla se vestirá de terciopelo azul oscuro en señal de luto. Las calles, aun vacías, nos conducirán hasta la solitaria playa. Se repetirán los tópicos de los besos, de las lágrimas y un lento peregrinaje se convertirá en promesas de amor a través de los siglos de los siglos.
 
Las tinieblas lo envolverán todo, no quedará mar más allá de la playa, ni montañas más allá de los pinos, ni luces que nos guíen más allá de las rocas. Pero siempre nos quedará el recuerdo de una cajita de cartón con un lazo de seda roja con dos anillos, en donde guardaremos celosamente imágenes y secretos imborrables. Eso fue, querida, todo lo que nos llevamos de aquel amor con el que soñamos que sería interminable.

Ayer, querida, volví al mismo lugar donde vivimos aquel romance de juventud y siguen habiendo las mismas callejuelas, tal vez más poblado. Pero a pesar de los años transcurridos, recordé tu cuerpo desnudo pasear por la orilla de la playa de mi isla tranquila.
 

  Poemas: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

domingo, 17 de octubre de 2021

EL REFLEJO DEL ESPEJO

¡Vaya mal rollo con que he despertado! Me he mirado en el espejo y solo veo pellejos y huesos. Y me extraña, pues mi mente no es tan oscura y si no me he vuelto loco, es porque enfrente del reflejo no me veo tan decrépito. Si fuera por uso, no tendría sentido. Sí que es verdad que en algunas ocasiones he abusado de mi cuerpo, también es cierto que luego lo he cuidado como un templo. Visto así, y sin motivo aparente, mi mente me debe de estar engañando, porque no es justo que por cada día vivido, a mis mejillas las haya condenado a un año de trabajos forzosos. 

Aunque fuera cierto que mi cuerpo haya envejecido, no lo sería menos, que tengo un corazón de niño. Y si fuera el caso, que no será, que en breve mi alma partiese, no habría amigo ni enemigo que no reconociese que tuve un buen talante con todos ellos. Tal vez, las malas influencias del pasado han hecho que me mirara en el espejo equivocado. ¡Maldito reflejo! ¡Que se ha cebado conmigo, semejando mi imagen al de un anciano!


La próxima vez espejo endemoniado que reflejes mi desdichado retrato ¡Te juro que te romperé en mil pedazos!
 


Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

miércoles, 13 de octubre de 2021

UN DIA CUALQUIERA EN EL BAR DEL PUEBLO

Desde el bar de mi pueblo, sentado, se divisan los montes de pinos que rodean el valle cubierto de amapolas y margaritas blancas. Desde aquí y hasta donde alcanza la vista, veo a niños jugando con una pelota de trapo ensuciándose los zapatos de domingo. Y al cura a la puerta de la Iglesia saludando a los parroquianos con la mejor de sus sonrisas. Apuro mi trago acariciado por la brisa del campo y un sol de justicia, mientras pasa el mundo por mi lado. Cruza un coche, un carro, una bicicleta y una vieja moto. Rompe el perro a ladrar salvaguardando su parcela. Observo el camarero, relincha el caballo, grita un niño y el cura entra a dar la misa de las doce.

Sigo allí, mirando como pasa el mundo sin algarabías. El sol ilumina las casas pintadas de cal y los pájaros pian desde los árboles que les dan cobijo. Las sombras se deslizan cuál fantasma por el pueblo y las manecillas del reloj caminan sin prisa, pero sin pausa, mientras voy apurando mi trago. Los feligreses salen del templo, los niños se han marchado a sus hogares y los forasteros han desaparecido por encanto. Vuelve a pasar de vuelta el carro, la bicicleta y la moto vieja. Todos van de regreso a sus casas y yo sigo sentado con mi cerveza sobre la mesa, observando como pasa un nuevo y sencillo día de mi vida.
 
 
 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

domingo, 10 de octubre de 2021

DOBLE O NADA

Hoy estoy contento, pero no sé que puñetas me hace gracia. Será que sigo la corriente a la gente que quiere organizar mi vida, pero en el fondo no entiendo lo que pretenden hacer conmigo. Me veo en el espejo y no sé lo que espero del tiempo. Me desespero y no sé que deseo que pase, si al final, nunca pasa nada que me satisfaga. Cuando voy de camino me pregunto qué busco y vuelvo con las manos vacías. Eso es bueno porque existo. Entonces, ¿en qué narices estoy perdiendo mis mejores años? ¿En ir y volver? ¡Pero siempre a destiempo! ¡No, no, basta ya! Sería tan fácil hablar conmigo mismo y dejar las cosas claras. ¡Qué sí!, que lo tengo claro, pero cuando lo pienso, no tengo nada de lo que me sienta el puñetero amo. ¿Qué es todo? O ¿Qué es nada?. Yo diría que la vida es una puñetera ruleta.

 — Hagan juego, señores. Hagan juego.


 
 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

miércoles, 6 de octubre de 2021

NOCHE DE HADAS Y GNOMOS

Justo en el instante en que tus labios me den un beso, volveré de nuevo a poner mi reloj en hora, en otro lugar y en otro tiempo, y volaremos al pasado cargaditos de deseo. Llenaré las sabanas de pétalos y encontraré el momento oportuno para decirte que te quiero, y dejaré en manos de las hadas que hagan el resto. 
 
Viajaremos por un cielo estrellado a través de la aurora y veremos el mundo a vista de pájaro. Al volver del etéreo paseo, te posaré de nuevo sobre un manto de aguinaldos, mientras te canto una nana para que parezca que todo hubiera sido un sueño. 
 
Me iré despacio, sin hacer ruido, como cada noche, del País de los Deseos y volveré al día siguiente como si nada hubiera pasado. Tú me abrirás los brazos con ansias, como si fuera la primera vez que viniera a tu casa a jugar a gnomos y hadas. 

 
Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

sábado, 2 de octubre de 2021

CARTA A LOS REYES MAGOS

—Mira niña, allá a lo lejos... Mira aquella estrella, que va anunciando que están llegando los Reyes Magos.

—¿Ves, mi niña, cómo brilla? Y es que están llegando los Reyes, con sus pajes y miles de regalos.

—¿Ves como se acercan? Gaspar, Melchor y Baltasar, cabalgando por el cielo cargaditos de caramelos.
Y como ofrenda le traen al Niño Jesús: oro, mirra e incienso.

—¿Por qué lloras, mi niña?

—¡Porque yo me he portado mal y no me van a dejar nada para jugar!

—Mira, mi niña, eso no es verdad. Tú eres un ángel y no te va a faltar de nada. ¿Tú escribiste la carta a los Reyes Magos de Oriente?

—Sí, y solo les pedí una sola cosa: Que os quisierais tú y mamá… nada más. Que para mí no quiero nada

—¡Ay, mi niña! ¿Cómo no te van a llevar nada, si tú eres más buena que el pan?

—Mira cómo pasan los reyes camino al portal. ¡Pero no llores más, tonta!,  porque si te ven llorar, se van a enfadar y no te van a dejar más que carbón en el balcón

—¡No papá, ya no voy a llorar más! ¿Tú a mí me quieres?

—¡Cómo no te voy a querer, mi niña, que te quiero hasta la luna… y vuelta atrás! ¡Que de buena que eres, me voy a echar a llorar!
 
 
                                                          
 
 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO


LUNA NEGRA

               LUNA NEGRA Soy yo el que quisiera librarme de ti y el que quiere olvidarte sin perder la vida en el intento, que ando algo da...