y yo estaba afligido,
tumbado sobre la cama,
borracho y con una botella
de vino entre las manos.
De esta penosa forma
llevaba un buen tiempo abatido
y mi aspecto era de lo más lamentable
Una barba de más de una semana,
los cabellos mal arreglados
y mi cuerpo desprendía un olor mugriento.
El dormitorio parecía un corral.
Las colillas esparcidas por todas partes,
las botellas vacías llenaban los rincones.
En medio de aquel desorden,
se podía oler el agror de algún vómito.
Entre el espíritu del vino,
el insomnio y la falta de alimento,
la cabeza me rodaba y alucinaba.
Vi...a un angelito negro
sentado sobre la cama,
a un cura rezando,
a una doncella desnuda
caminado por el techo.
Un pie descalzo extraviado,
a un amigo sentado en el suelo,
una enfermera y a un medico.
Pero tú…
tú, que eres la culpable
de todos mis males…