que tus ojos cuando
me miraron clavaron
una daga en mi corazón
y vengo malherido.
Dame un beso, niña,
con sabor a cereza,
a fresa o a manzanilla.
Dame un beso, niña,
que mi corazón sangra.
Dame un beso, niña,
con estos morritos
que tienen cuatro picos...
¡me quitan el sentido!
Colección Poemas sin ton ni son