POETA, A TUS POEMAS.
— Gracias cariño, por convertirme en "la Princesa de Andrómeda".
— No me lo agradezcas, es muy fácil quererte, porque me permites que te quiera. Eres la otra cara de mi libreta de notas. Yo, sin ti, no soy nada, tan solo un monólogo largo y aburrido. Tú, amor, eres más importante que el escritor, porque sin musa no hay poema, ni existiría la poesía. Además, conviertes lo normal en extraordinario. Eso es mucho más de lo que yo puedo imaginar.