cada
vez que pierdo la calma.
El
corazón se me rasga
hasta
que sangra
y
se me disparan los latidos
hasta
perder la razón.
¡Esto
no es vida, amada mía!
No
sé si es la distancia
lo que me mata
o
estos celos ciegos
que
me vuelven loco.
Mi
mente ya no puede
con
tanta duda y se derrumba.
Suerte
que mi corazón
es
más fuerte, o simplemente
está
más enamorado.
Ahora
dime tú amor mío,
cuál de los dos mato primero:
¿a la mente, por hacerme vivir
cuál de los dos mato primero:
¿a la mente, por hacerme vivir
en duda permanente, o a este
pobre corazón enamorado,
pobre corazón enamorado,