viernes, 25 de febrero de 2011

HA MUERTO EL HOMBRE MÁS VIEJO DEL PUEBLO

En Santa Inés ha muerto
el hombre más anciano de pueblo,
bajo un manto de floridos almendros.

El valle se ha engalanado a su paso,
para despedirlo de su último viaje hacia el cielo.
Los rayos del sol han iluminado los apenados
rostros de los hombres y mujeres que le conocieron.

Silenciaba el viento el sonido
de tambors, flautes, xeremies y castanyoles.
En los montes, entre pinos verdes,
lloraban añoradas canciones payesas.

Iglesia centenaria, centinela de higueras,
de rebaños de ovejas de buenas gentes.
Ha teñido de luto sus paredes,
para dar cobijo en su última misa
a todos los presentes.

Bajo un manto de flores de almendro,
ha muerto el hombre más viejo del pueblo.

Colección Hundido en mi colchón

ENVIDIA

Envidia de tu juventud bendita,
de tu cuerpo de niña,
de tus hermosos ojos
negros de mirada triste.

Soñadora de cuentos de adolescentes,
buscas en la noche de insomnio
a la persona que a tu lado,
se sienta enamorado.

Envidia de tu cintura fina,
de piel con sabor de miel,
de sonrisas a una nueva vida,
de un mundo por recorrer.

Si algún día, una lágrima resbala
por tu inmaculada mejilla,
no te pares a contemplar su tristeza,
busca en su brillo un destello de alegría.

Envidia, solo envidia de mi juventud perdida.

Colección Hundido en mi colchón

VEJEZ

Vejez, camino inexplorable de arrugas
que va tejiendo nuestro desdichado cuerpo.
Inseparable penumbra que transforma
nuestro cuerpo en lejano recuerdo.

Vieja compañera que nos arrastra
irreversiblemente a oscuras esferas,
desde donde la muerte nos acecha.

Sufre y goza hasta nuestro último aliento.
Nace en el parto, y nos acompaña pacientemente
con impasible calma, hasta el fondo del féretro.

Vejez, triste despedida de vivos,
que aman la vida. Penosa cara del tiempo.
Un adiós sin rencor.

¡Un soplo hacia la muerte!


Colección Hundido en mi colchón

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NO, TÚ Y YO NUNCA SEREMOS ROMEO Y JULIETA. Se moría la vida mía por acostarme a tu lado, aunque fuera un rato, un rato largo, claro. Solo pa...