miércoles, 17 de noviembre de 2021

EL BUSCADOR DE LETRAS

Extirpé cada palabra del fondo de mi pecho y he llorado con cada letra como solo lo saben hacer las olas del mar, cuando están tristes y se tumban a llorar sobre la arena.

He navegado cuál pirata por los siete mares, he fondeado en mil puertos alrededor del mundo, recogiendo, una a una, cada letra para conseguir formar la palabra perfecta.
Me he doctorado en amores, me he acostado con sultanas, plebeyas y sirenas. Con cada una de ellas, aprendí el arte de amar. A alguna le partí el corazón, a otras, tan solo les robé dulces sueños, pero todas me obsequiaron con bellas frases de amor. He peleado contra rufianes, caballeros de alto linaje y dragones voladores, para vencerles en feroces combates y me revelaron secretos celosamente guardados en castillos, cuevas y catedrales.

He ido adjuntando vocales y consonantes en cofres repletos de oro, monedas y brillantes.
Usurpé la T de un antiguo libro de brujería griego y, de un romántico verso francés, arranqué de cuajo la E. Del hebreo del antiguo testamento descubrí la Q. De la India, porté la I dentro de una alforja envuelta en finas telas. Un mendigo ruso, en un trueque, me entregó otra E a cambio de un mendrugo de pan duro. Negocié con un judío la R, por un puñado de diamantes, y para obtener la O, viajé hasta Nepal a un antiguo monasterio de monjes. Jugué con las letras. Las cambié de lugar y de orden, y aun así, seguí sin encontrar la palabra deseada. Por mi casa pasaron sabios filósofos, licenciados, frailes y zares sin dar con el orden adecuado.

Y así fueron pasando los años y las letras seguían huérfanas de sentido. Hasta que un día, sin previo aviso, y casi sin darme cuenta, pasaste por delante de mi ventana, con esa gracia innata y esos frágiles andares con que tú te contoneas. En aquel mismo instante, sentí que me hablaba el alma y el corazón golpeaba sin desmayo, corrí hasta la mesa donde tenía olvidadas las descarriadas letras. Veloz como el rayo, adjunté la T con la E, y luego la Q con la I. Le sume la otra E, añadí la R y, finalmente, agregué la O… “TE QUIERO”. 


Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

QUIEN FUERA POETA PARA INVENTAR MUNDOS NUEVOS.

QUIEN FUERA POETA PARA INVENTAR MUNDOS NUEVOS. Eres en mi claustro cerrado un caudal de inspiración de muchos quilates, que elevas mis letra...