martes, 21 de mayo de 2024

COMO GATO PANZA ARRIBA.

COMO GATO PANZA ARRIBA 

¡Oooh! ¡Madre mía! Con qué bellos ojos me miras, que parecen soles. Claros y serenos como las tranquilas olas que llegan al amanecer a besar mi playa. Que son dos luceros que guiarán mi vida hasta el final de mis días. Que no puedo callar lo que siento, que cuanto más te miro, más bella me pareces, de pies a cabeza. 

Que no es solo la luz que Dios te puso en los ojos, es también el resto de este cuerpo serrano, por el que te entregaría mi alma entera. Mil beldades luces a la vista, que yo podría describir una a una, que no terminaría en toda la noche de relatar cada rincón de tu figura, que es una perfecta escultura.
Prometo, ser un poeta con criterio y decirte, que tienes todas las virtudes para tener a cualquier hombre prendado de tus encantos. A mí, ya me tienes embobado como a un tonto adolescente, porque en cada curva de esta hermosa silueta, me inspira un nuevo poema. 

Mírame de frente, mírame con mirada impertinente, que me tienes loco de remate, que aturrullas e inspiran al mismo tiempo, a este modesto poetastro en ciernes. 
Que no hay en el bosque; ni árbol, ni fruto, ni flor, ni aroma, ni pájaro, que con contigo se puedan comparar. Te aseguro, que te estoy siendo franco, que yo nunca te mentiría, que no es normal, qué tantos halagos fluían de mi boca sobre tu persona, sin pedir nada a cambio. Que si fueran solo palabras de un simple mortal, hiciera tiempo que estaría acurrucado a tus pies, como gato panza arriba. 

Juanjo Cardona 

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA. 

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QUÉ TIEMPO TAN FELIZ. Por aquel entonces, los veranos en Ibiza eran calurosos. Al anochecer nos sentábamos en la heladería «los Valencianos»...