caminos que llegan a puerto,
unos llegan a tierra
y otros te llevan hasta el cielo.
Algunas veces los marineros,
guiados por luces de oro,
de plata y brillantes astros,
navegan sobre el mar, en busca
de caminos de ida y vuelta.
La naturaleza les envuelve
y les mece el alma viajera.
Se diría que el cielo y la tierra,
cuando están en alta mar,
les poseyera para convertirlos
en espuma de ola
o chispa de estrella.
¡El alma del marinero
es como el ala de la gaviota,
que vuela por el amor a volar!
Foto cedida por Angels Arall
Colección Puntas de lápices