viernes, 16 de abril de 2021

LA VACUNA Y LA COLLEJA QUE TE VIENE.

Que finos nos hemos vuelto algunos españoles con eso de las vacunas. Parece que vayamos de compras al supermercado de las delicatessen a vacunarnos: "¿Señorita, a cuanto está el kilo de vacuna? ¿De dónde son?  Póngame tres de Pfzer, dos de BioNtech y la Astrazeneca ni tocarla, que son para mi marido y él para estas cosas de las vacunas es muy suyo"...

Hace solo unos meses hubiéramos dado la cartilla de la Caixa y robado, por una sola dosis, como si fuéramos cocainómanos. Pero no, ahora te llaman y les dices que te lo pensarás. ¿Se puede ser más tonto? En un año no hemos aprendido nada. Hemos visto como el covid se ha llevado a más de ochenta mil personas al otro barrio. Pero ahora que ya tenemos la solución a todos los problemas, se nos va la olla y le ponemos pegas.

Vamos a ver. ¿Recordaréis que nuestra generación fue la que se bebía el agua del florero? Terminábamos con los garrafones, cerramos los bares y discos del contorno y a la mañana siguiente no dábamos pie con bola.

Y ahora, parece que los pobres chavales están locos porque pasan de las mascarillas, de los prólogos y de su puñetera madre. ¿Y te extraña? Si lo que estoy contando hace 30 años que eras el primero o la primera que tu padre no te veía el pelo y la liabas parda cuando llegabas a casa y ahora vamos de santurrones. ¿O, no te acuerdas que te bebiste y fumaste lo que no está escrito? Y sigues vivito y coleando. Y ahora te cagas por un pinchazo.

Una colleja es lo que tendrían de dar a los que no van a ponerse la vacuna, sea cual sea, y si me apuras les haría ir de rodilla en peregrinaje hasta la enfermería.
 

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ. 

LUNA NEGRA

               LUNA NEGRA Soy yo el que quisiera librarme de ti y el que quiere olvidarte sin perder la vida en el intento, que ando algo da...