Estaré allí,
donde tú estés
y nunca nadie
sabrá quién soy.
Seré a tu lado,
el misterio del amor
hecho realidad.
Seré en tus brazos
el aire frío,
y en la cama,
tu propio aliento.
Me esconderé
en tu habitación
y a la hora de
dormir allí estaré,
dormir allí estaré,
para darte un beso.
Seré la lluvia
a tu llegada,
y saldré de tu casa,
con el viento
de tramontana.
Seré el silencio
en tus horas muertas
y la voz que grite:
¡te amo!
¡Seré, amada,
entre tus manos,
Colección Muñecas de trapo