LA MORAL ES LO ULTIMO QUE SE PIERDE

¿Qué voy a decir de las vacunas que no sea positivo? Tampoco serviría de nada decir lo contrario. Al fin y al cabo, es la única esperanza que nos queda de tener esta puñetera pandemia controlada y pasar página de una vez por todas. Así que será mucho mejor tener paciencia y dejar en manos de los políticos europeos todas las situaciones difíciles que vayan surgiendo por el camino. Estamos viendo que no solo los pícaros viven en España, sino que abundan en todo el mundo. Hay que tener puño de hierro en estas ocasiones. Poderoso caballero es don dinero.


Me tranquiliza con la energía que se está imponiendo los criterios de la Comunidad Europea sobre los contratos que firmaron con la farmacéutica. Seguro que en estos momentos estarán dando un pasito atrás. Durante unas semanas faltarán vacunas, pero confiemos que todo vuelva a su cauce. También tendremos de confiar en que irán apareciendo algunas nuevas marcas como Moderna o Astra-Zeneca y más que van a ir saliendo con el paso del tiempo.


No vayamos ahora a rasgarnos las vestiduras y vamos a pensar en positivo y que cada uno haga lo que tenga que hacer, al fin y al cabo, estamos hablando del bien común: Unos fabrican las vacunas y los otros las compran con dinero público para que los contribuyentes podamos salvar la vida, la economía y la felicidad del día a día. Así de fácil debería de ser. Aunque el ser humano es retorcido.


De momento lo importante es cuidarse y dejar pasar los meses, que el tiempo pasará volando a nuestro favor y que no paren, de una u otra forma, de fabricar vacunas y podamos inmunizarnos. Ni un paso atrás.