sábado, 18 de septiembre de 2010

HACE ALGÚN TIEMPO...

Hace algún tiempo...,
en otro lugar,
se vio la luz de una estrella bajar;
se convirtió en una hermosa niña,
cubierta de colores,
vistiendo aquella casa
de mariopsas y flores.

Ahora que los días han pasado,
la niña se ha vuelto mujer.
Sus ojos, chispas de vida,
sus formas y sus dientes,
fueron creados por el mismo Picasso.

Su andar, de día un misterio,
de noche, pura delicia.
Su forma de vestir
es original y diferente,
su porte atrae a la gente.

Hace algún tiempo..,
en otro lugar,
se vio la luz de una estrella bajar.
Todavía cuando miras el firmamento,
puedes ver en el cielo
su sitio por ocupar.
Colección paisajes de mujer

ANSIAS OCULTAS

Quiero que sepas lo que mis palabras callan,
y que mis claros ojos al mirarte te hablan,
leerte entre líneas mis ocultas ansias.

Adoro el sonido del viento
abrazarse entre árboles
en noches de estrellas fugaces.

Tumbarme entre sábanas de seda blanca,
al igual que las olas amanecen sobre la arena.

Cristalino es tu semblante,
en su interior corre cálida la sangre
y en tus labios un rayo enamorado.

Enseñarte la suavidad de una rosa
acariciando tu tez morena,
o contarte por qué mis lágrimas
buscan en su camino
alguien que las quiera.

Sufro por este inútil desgaste,
por no poder explicarme fácilmente,
con palabras normales
como los demás mortales.

Y voy tejiendo en mis entrañas
un extraño sentimiento,
mezcla de duda y de remordimiento,
por no decirte llanamente lo que quiero.
Colección paisajes de mujer

INFLUENCIA SILENCIOSA

Amanezco bajo tu influencia silenciosa,
respiro el aire afectuoso
que se desprende
de tu primera sonrisa contagiosa.

¿Qué sería de mí
si no estuvieras a mi lado?
Esperando una nueva mirada
de tus románticos ojos fijos,
o una hermosa frase
de tus labios rosados,
para seguir creyendo
en bellos eventos.

Espero la noche
como la mariposa la primavera,
como la abeja busca una flor bella,
como la ola besa la arena,
de este modo, dejo a tu antojo
mi cuerpo abandonado.
Colección paisajes de mujer

¡HOLA MI AMOR, HOLA MI VIDA!

Hola mi amor, hola mi vida.
Permíteme que ahora que he cogido la pluma,
vuele por unos instantes;
soñar con un tiempo
que no podremos olvidar
aunque vivamos mil vidas.

Pensar en cosas
que han quedado marcadas
para el resto de mis días:
en tu amor,
al recuerdo de aquel tiempo
que por ti me moría.

Permíteme mi amor
que escriba recuerdos
que viven dentro de mí todavía.
Fuiste lo más importante que tenía.

Ahora que mi piel ya no es la misma,
que mis ojos ya no brillan
como en aquellos días,
permíteme mi vida,
que sueñe en algunas
de aquellas noches
que a mi lado te tenía.
Colección paisajes de mujer

RAYO DE VERANO

Llegaste de otros lugares,
de otros paisajes,
de campos de trigo,
de hermosos follajes;
de otra tierra, donde
no existe el oleaje,
donde se levantan entre valles
grandes montes salvajes.

Bajaste al mar por aquella pendiente,
ceñida de flores de otras especies,
impregnada en exóticas fragancias.

Pasaste como rayo fugaz
en noche de tormenta,
dejaste en mi cara
la frescura de la lluvia
y en mis manos
un deseo lejano
de luna de verano.

Con sonrisa triste,
te volviste sobre tus pisadas
otra vez a tu casa encantada,
entre enormes campos peinados,
vigilados por altos campanarios.
Colección paisajes de mujer

INFELICIDAD

Cuántas veces sin verte
me he jurado seguir queriéndote.

Sin tener cerca de mí tu cintura dorada,
he sentido un vacío profundo y desolado.

Te amo a pesar de estas noches de insomnio,
de viajes errantes a través del frío helado
de las sábanas arrugadas.

Tal vez me aferro al recuerdo de mi fantasía,
que con el tiempo ha dejado mi corazón sin vida.

Solo anhelo que el tiempo borre mi sufrimiento,
y poder tocar tu mejilla sonrosada
para reconciliar en paz mi infelicidad cansada.
Colección paisajes de mujer

CORAZÓN HAMBRIENTO

Suspiro con nostalgia
el frenesí de tu boca.
La brisa del mar
no me ha hecho olvidar
el canto de tu sonrisa,
que abrigaba las estelas
de nuestros pasos al caminar.

Al mirarte, tus ojos brillaban
con la luz de las cascadas
al chocar contra las rocas,
y callaban con anhelo
aquellas noches de avaricia.

Quiero comer de tus manos
todas aquellas horas que perdimos,
cuando nuestros cuerpos agotados
ya no bebían de aquel caudal
de frescura inagotada.

Callado me tienes,
por no poder buscar
en cada rito de tus movimientos
algún sentimiento
de mi corazón hambriento.
Colección paisajes de mujer

LUNA NEGRA

               LUNA NEGRA Soy yo el que quisiera librarme de ti y el que quisiera olvidarte sin perder la vida en el intento, que ando algo ...