miércoles, 31 de enero de 2018

SOÑÉ QUE DORMÍAS EN MI CAMA

Tenía los ojos cerrados,
los labios le dibujaban una suave sonrisa
y la nariz le palpitaba dulcemente.

Se debía haber cansado de esperar
y se quedó dormida, sobre un montón
de cojines de colores.

Llevaba un larguísimo collar
de perlas blancas, que le colgaba
desde el cuello hasta el ombligo.
Con los dedos de la mano derecha,
agarraba un nudo del collar,
mientras la otra se perdía
por debajo del pelo.

Le cubría un camisón
de tul blanco trasparente,
cerrado, con un cinturón de seda,
que intentaba cubrir
unos voluminosos pechos.

Un liguero satinado rosado,
le hacía las piernas más largas;
una estaba estirada, la otra encogida.

La luz que entraba por el balcón,
le daba a las mejillas
un dulce color de porcelana.
Toda aquella armonía,
me hizo perder la razón
y sentí por un instante
perder también la cabeza.

¿Qué hacía tanta ternura
dormida sobre mi cama?

No, no me atreví a despertarla
ni tan siquiera hacer ruido.
Aquella imagen era tan hermosa,
que me senté en un rincón
de la habitación, a mirar cómo dormía.

Hasta... ¡hasta que desperté de mi sueño!


Colección Almas nostálgicas

DUENDES BUENOS Y DUENDECILLOS MALOS

Algunas veces hago cosas extrañas,
para comparar nuestro amor
con el de los demás enamorados.
Escucho conversaciones de parejas,
leo cartas y mensajes de amor.

Es entonces cuando pienso
en nosotros y toda mi energía
se convierte en armonía,
en fantasía, en alegría, en cuento.

En cuentos de duendes inquietos,
amorosos, besucones, cariñosos.
O en duendecillos malos,
malísimos, envidiosos, celosos.
¡Tan y tan celosos,
que te devoran el alma!

Y es por este motivo que te digo,
vida mía, que a tu lado vivo en un cuento,
que eres la inspiración que necesito
en cada letra para seguir escribiendo.

Y cuando escucho o leo las simplezas
que viven otras parejas, les invitaría
a entrar en nuestro cuento
de duendecillos malos y duendes buenos.


Colección Almas nostálgicas

UN SOLO CORAZÓN PARA LOS DOS

Eres un sueño que nunca se hará realidad,
una forma diferente de soñar despierto,
un placer y un dolor que llora en mi interior,
una callada sensación que me acompaña.

Soy una planta que necesita la luz del sol.
Soy un pájaro en días tristes de invierno.
Soy un niño, huérfano de amor.

¡Eres mi muerte,
o tal vez mi suerte!
Porque hoy no me imagino
mi vida sin tu recuerdo.

Sé que todo fue flor de un día,
que nada de aquello me pertenecía,
que fue un regalo, que tal vez
ninguno de los dos lo merecíamos.

En poco tiempo,
llegamos a ser el uno por el otro;
como lo es la lluvia para la tierra,
como la luna para los enamorados,
como el mar para los pescadores,
así éramos el uno para el otro
cada vez que nos acariciábamos.

Serás un bello sueño
que nunca olvidaré.
Y me llenará las largas
noches de insomnio,
recordando cuando tú y yo
éramos una sola persona,
una sola gota de agua,
un solo color, una canción
o un solo corazón, que todavía hoy,
late para los dos.

Colección Almas nostálgicas

NO, TÚ Y YO NUNCA SEREMOS ROMEO Y JULIETA.

NO, TÚ Y YO NUNCA SEREMOS ROMEO Y JULIETA. Se moría la vida mía por acostarme a tu lado, aunque fuera un rato, un rato largo, claro. Solo pa...