Ella es bella como un campo de amapolas,
pero tienes de ir con cautela
porque tiene espinas de tallo de rosa.
Cada mañana, se despierta envuelta
entre mil cálidos abrazos
y las sábanas tienen celos
de su suave rostro de satén.
La luna cuando se esconde
se marcha celosa porque ella
tiene ojos de noche encantada.
Sus labios, de tanto besar,
tienen forma de corazón…
y el color de la sangre rosada.
Yo con gran dulzura la acaricio
como si se tratara de un hada,
como si se tratara de un hada,
la balanceo tiernamente
y le canto canciones de cuna.
Ruego al cielo, que el tiempo se pare
y nos deje atados en un largo
abrazo