de felicitarte en tu cumpleaños.
Orgulloso me siento de tener como amiga
a un ser realmente excelente,
que contagia con su sonrisa a la gente;
no es corriente encontrar a una persona semejante.
Tu alegría envuelve como un manto de ternura.
Tus movimientos de niña
hacen que los años no te pasen,
y te conviertas en un misterio.
Seduces con tacto a tus pretendientes,
tu mirada llega a clavarse
en lo hondo de sus almas...,
luego con una inocente carcajada,
les das calabazas.
He querido sumarme a la felicidad de felicitarte,
y escribirte que tu innata inocencia,
ligada a tu femenina picardía
te convierten en una buena compañía.
Hoy sobran las flores, porque a tu lado,
de celos se marchitarían.
Un diamante no querría competir
con el brillo de tus ojos hermosos.
Y los bombones se derritirían con tristeza
por no superar tu natural dulzura.
He querido sumarme a la felicidad de felicitarte,
en cada línea de mi poema
he ido escondiendo un regalo,
robado paulatinamente a cada sílaba,
a la fantasía de mi mente,
para pedirte que nunca cambies...,
que cada año en un día tan señalado
hay alguien que desearía contigo celebrarlo.
Colección Hundido en mi colchón