sábado, 20 de febrero de 2021

LA PARANOIA DE LA PANDEMIA NOS VOLVERÁ A TODOS LOCOS.

Después de un año y pico he llegado a la conclusión que la pandemia nos está afectado el cerebro. No te rías que va en serio. Los confinamientos, los disparatados protocolos, los horarios de bares y restaurantes, las mascarillas, los metros de distancia y tantas y tantas maneras de impedir la comunicación entre amigos e incluso familiares, han conseguido que nos tengamos miedo los unos a los otros por el tema del contagio. Y esto va menguando la voluntad de la gente. Te lo digo de verdad. 

Han cambiado nuestros hábitos, los sentimientos, los abrazos, los besos y andamos todo el día hablando de lo mismo ¡El puto COVID-19! Nos hemos vuelto obsesionados, mal humorados e incluso diría que hemos cambiado la formas de alimentarnos. Eso es así, no le des más vueltas.

Fíjate, te cuento: El otro día me llamó un amigo para hablar con alguien de confianza desde su confinamiento y después de descargar toda su adrenalina pandémica me comenta:

- Oye, el jueves vi a Pepe, (un amigo en común) y me pareció que había envejecido un montón en poco tiempo. El virus está acabando con nosotros.

Le pregunto que porqué lo dice y que cuanto tiempo hacía que no había visto a nuestro amigo.

- Pues hacia un par de meses, pero me ha parecido que estaba gordo, con más arrugas y patas de gallo.-Respondió visiblemente preocupado. 

¡Perfecto! Esto es una prueba inequívoca que algo no funciona en su mente. Yo pensé enseguida que realmente el que había envejecido era él. Pobrecito, no quise decírselo para no preocuparle. Los amigos estamos para algo. Digo yo.

Otro de mis asiduos colegas, que nos solemos telefonear, me acaba de contar que hace una semana que no sale de su casa y que lleva puesto el mismo chándal con la camiseta del Barça. Quedé anonadado ante esta confesión, pero le seguí la corriente y fue entonces, que en un acto de amistad, me confesó  que tampoco se ducha y el tío se queda tan tranquilos. ¡Que asco por Dios!

¿Ves como esto de la pandemia nos esta afectando seriamente la salud?

Le respondí con misericordia y esperanza.

- ¡Vicente, por favor! Al menos cámbiate los braslips y límpiate los sobaquillos que seguro que te cantan y de paso te perfumas con un poco de colonia de lavanda. Ya sabes, para oler mejor.

Pues nada, ni caso.

Y así podríamos escribir un libro de anécdotas de casos y cosas que demuestan que el virus si no te mata, al menos nos está dañando seriamente la salud mental. Tiempo al tiempo.

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE  QUE LO PARIÓ.

LUNA NEGRA

               LUNA NEGRA Soy yo el que quisiera librarme de ti y el que quiere olvidarte sin perder la vida en el intento, que ando algo da...