martes, 26 de octubre de 2010

UN MUNDO DE CHUCHES

¡Ay, como te quiero
princesita mía!

Llegaste a mi mundo
egoísta y materialista
desde el país de la fantasía,
con tu corona de chocolate
y tu cetro de caramelo.

Desde el primer día
me convertí en el fiel bufón
de tu corte de papel y cartón.

Deja, princesita,
que duerma en tu castillo
de nata y fresa,
que durante el día
contemos conguitos y galletitas
y por la noche nubes de azúcar.

Déjame, princesita mía,
que siga siendo tu bufón
y vivamos juntos eternamente
en tu mundo de fantasía.


 Colección Hablemos de ti

VUELVO A TU CAMA

Me dijiste “vuelvo a tu cama".
Tu voz me sonó emocionada.  
Mi corazón se desbordó.
No hubiera nada en el mundo
que más deseara:
ni oro, ni joya, ni tesoro
podría hacerme tan dichoso.

¡Mi amiga, mi ama, mi amada,
mi dueña volvía a mi cama!
Sentí detenerse mi pulso
y perder la cabeza en aquel mismo instante.

Contesté: “ven mi niña”,
con un escueto hilo de voz:
 -“que no hay luna dorada,
ni sol naciente,
ni estrella radiante
que superara este instante”.

Volaron mis pensamientos,
mi garganta enmudeció,
mi boca se secó,
el reloj se atrasó,
haciendo un suplicio del tiempo.

- “¡Ven a  mi cama,
que mi corazón se apaga
y el trayecto que hay hasta mi casa
la ansiedad me mata!”

 Colección Hablemos de ti

GOTA A GOTA

Gota a gota,
golpe a golpe,
la gota golpea la piedra
y va haciendo mella en ella.

Igual que tu ojos
van cegando a los míos
mirada a mirada.

Igual, igual que cuando
tus labios golpean los míos
mientras me robas el alma.

Colección Hablemos de ti

EL SILENCIO DE UN BESO

Y ahora juntos
tú y yo, amada mía,
juntos en el  universo
que nos otorga
el silencio de un beso.

Justo en el breve instante
en que el eclipse
de dos labios sobrepuestos
se convierte en milagro,
la luz del día se transforma
en noche cerrada.

Colección Hablemos de ti

MI CORAZÓN ESTÁ DE FIESTA

Hoy será un día especial
porque vendrá mi amada
y lo primero que presiento
es su olor a rosa escarlata,
y solo con eso ya vasta
para que mi corazón
se vuelva loco de contento.

Divinos segundos
son los que tarda mi amor
en penetrar en mi morada.

Orquesta, baile, bullicio
¡hoy es día grande de alegría!

Suenan a lo lejos
fuegos artificiales,
mientras me derrito
en cada uno de sus besos.

¡Hoy mi corazón está de fiesta!

Colección Hablemos de ti

CORAZÓN DE ACERO

Como roca, hierro o acero
así ha sido mi amor
de fuerte y duradero.

Ya ves, amada mía,
que nada pudo conmigo.
Ni el tiempo me hizo mella
a pesar de los años pasados
y del descorazonamiento.

¡Cómo olvidarte!,
si tú me enseñaste a amar,
y aunque en otros labios
buscaste consuelo,
siempre supe que tu búsqueda
incesante nunca sería fructífera.

Años de olvido,
tiempo de aventuras
y amores perdidos.
Ni tan siquiera
la indiferencia y el olvido
fueron suficiente
para matar mi amor.

Ya ves, amada mía,
que no te miento
y lo que por ti siento
morirá conmigo.

Colección Hablemos de ti

SOLEDAD

Llega el invierno a mi pueblo,
y con él el frío a mi corazón.
Yo enciendo mi chimenea
para calentar mi soledad y mi pena.

Me siento detrás de mi ventana
viendo la lluvia caer en mi calle,
mientras el mundo pasa
por delante de los cristales,
pero tú ya sé que no volverás.

Un día volviste a tu tierra prometida.
Allí, lejos de mis tierras y mares,
te alejaste de mis costas abruptas
y de mis cálidas playas.

Te olvidaste de mi pelo,
de mis ojos y hasta de mis besos.
Desde mi ventana,
veo la gente correr  
para volver a sus casas;
y tú desde el verano
que ni me llamas.

Ya olvidaste tu amor pasajero,
también te olvidaste de tus promesas
y hasta te olvidaste de mi "cara de ángel”.

 Colección Hablemos de ti

CÓMO QUIERO Y CÓMO QUISERA QUE ME QUISIERAS

(1ª parte)
Cómo contarte
que cada instante
que pasa te quiero más.
Si miro la rosa o el mar
o la luna o una mariposa,
todo lo natural y lo superficial
me recuerda a ti.

Igual que las aves
vuelven a sus nidos
o los marineros
regresan a puerto,
así me siento yo
con el mundo respecto a ti.

 (2ª parte)
Si un día cambiara el viento
y la luna saliera por poniente.
Si ese día dejaras de mirarme,
si tus labios no quisieran ya besarme,
si pensaras en dejarme
en cualquier orilla como una colilla
o simplemente se te ocurriera
dejar de amarme.

Piensa, amada mía,
que a partir de este maldito día,
en el mismo instante
yo ya empezaría a olvidarte.

 (3ª parte) 
Si tal vez un día tu amor
navegara por aguas claras.
Si volara libremente de lado a lado
como pájaro en libertad.
Si bajara como río sereno
hasta besar el mar.
Si cada día encendieras la chimenea
para dar calor al hogar.
Si tus besos se convirtieran en  pluma,
si en cada caricia inventaras algo nuevo
y mimases el jardín del amor.

¡Yo te juraría amor eterno!

 Colección Hablemos de ti

LUNA NEGRA

               LUNA NEGRA Soy yo el que quisiera librarme de ti y el que quisiera olvidarte sin perder la vida en el intento, que ando algo ...