si su corazón no me ama.
Por la noche sé que está sola
y me mata el desconsuelo.
El viento me trae su gusto a menta
y el olor a clavel de sus cabellos.
Sus pechos redondos y firmes
no me dejan pensar.
-¡Quiero sentir el fuego
de sus entrañas
y el roce de su piel!
El amanecer me engaña.
¡Ya vuelven los pájaros
a piar en mi ventana!
Colección Puntas de lápices