La naturaleza
con ella fue generosa.
De pechos y ancas,
hizo montañas.
De ojos,
braseros.
Y de cabellos,
un bosque encantado.
Hay hombres
que ni se le acercan.
Pero sé
que está hecha
de carne y huesos,
porque por la noche
también le pican
los mosquitos.
Para mi amiga Johanna de Ibiza
Colección Puntas de lápices