Se ha liado parda con los "cuatro" youtubers que han cambiado sus residencias a Andorra para pagar menos impuestos. Se les ha cogido como cabeza de turco. Son chicos y chicas que con sus nuevas tecnologías de trabajo se están haciendo ricos y sus gestores y abogados le han aconsejado legalmente, que solo con cambiar de residencia se beneficiarían económicamente sin infringir la ley. En los bancos andorranos hace muchos años que miles de empresas, empresarios, deportistas y políticos españoles están tributando en este país a la chita callando.
No comprendo ahora a que viene tanto ruido y tanto debate si el cambio de domicilio es legal, igual que pagar los impuestos en cualquier otro país si cumplen con los requisitos establecidos. Cada vez que esto sucede lo anuncian a bombo y platillo. Pero solo es una estrategia de Hacienda y de unos cuantos periodistas que le buscan cinco pies al gato por salir en la tele y asustar a unos cuantos ciudadanos que defraudan cuatro duros.
Otra cosa sería como evitar evadir capital ilegal como han hecho, y siguen haciendo, numerosos españoles con su sucio dinero negro a paraísos fiscales. ¿A qué viene ahora todo este escándalo? Ni son tan influyentes, ni son tantos, ni se trata de tanto dinero. Si lo comparamos con otras empresas e inclusos políticos: recordemos los supuestos casos del Honorable Jordi Pujol o más recientemente el Rey Emérito.
Casos que algunos periodistas no se atreven a nombrar por miedo a las represalias. Vamos a dejar claro que la moral y la legalidad van cogidas de la mano. Cada situación es diferente. Tal vez si estuvieras en el lugar de estos chicos harías lo mismo, solo que con tu sueldo algunas veces en la declaración de renta más que pagar te sale a cobrar.
Bla, bla, bla, bla. Pero mientras meneamos la perdiz en tonterías, el día a día de la pandemia sigue sumando muertos y estos sí que nos deberían preocupar de verdad. Para desgracia de algunos los difuntos no seguirán cotizando a Hacienda, pero en la mayoría de casos dejarán de cobrar de las arcas del tesoro.
Ves... como todo es según del color del cristal con que sé mira.
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