tú, amor, sabes que estoy aquí,
junto a ti, a tu vera, a tu verita,
meciendo tus sueños.
Tú, eres mi única razón,
la única verdad de mi vida.
Aquí me tienes a tu lado,
contemplando tu carita de niña.
Tu hermosura dulce y delicada,
llega hasta mí, con luz tranquila.
Quisiera pensar que esta luz
me guiará hasta más allá
de esta bellaza, más allá del tiempo presente, en que los cuerpos van perdiendo su lozanía.
Amada mía, será entonces
cuando averiguaremos cuánto
ha habido de cierto en nuestro amor.
Será entonces, solo entonces,
cuando cada abrazo, cada beso,
cada deseo fue fruto de un amor duradero.
Será entonces,
cuando todavía siga a tu vera,
a tu verita, meciendo tus sueños cuando podamos decirnos a ciencia cierta:
-“te quiero”
Colección Hablemos de ti
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