martes, 26 de octubre de 2010

UN MUNDO DE CHUCHES

¡Ay, como te quiero
princesita mía!

Llegaste a mi mundo
egoísta y materialista
desde el país de la fantasía,
con tu corona de chocolate
y tu cetro de caramelo.

Desde el primer día
me convertí en el fiel bufón
de tu corte de papel y cartón.

Deja, princesita,
que duerma en tu castillo
de nata y fresa,
que durante el día
contemos conguitos y galletitas
y por la noche nubes de azúcar.

Déjame, princesita mía,
que siga siendo tu bufón
y vivamos juntos eternamente
en tu mundo de fantasía.


 Colección Hablemos de ti

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