¿Quién paso a paso te llevó hasta mi puerta?
Tal vez el pájaro,
tal vez el humo de mi chimenea,
tal vez la rana de mi charca
o el olor de mi rosal.
Lo cierto es que a tu llegada,
mi hogar se vistió de gala;
en mi jardín aparecieron
las flores más hermosas,
aves de exóticos plumajes
y a mi cama le devolviste la esperanza.
Mi Dulcinea, aquel día
cambiaste el agua por vino
y comimos con las manos
el fruto del amor prohibido.
Bendigo la flor,
el pájaro, el humo, la charca
y el camino que enderezó tus pasos
hasta mi humilde morada.
Colección Hablemos de ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario