un desperar acariciándote
lentamente y comprobar
que tú eres la ola, ola, ola
y yo un náufrago en tu mar!
¡Que ola tras ola rizada
con espuma encrestada,
alcanza mansamente la orilla
para besar mi boca salada!
E intuyo la ola, ola, ola
continua, fluida y fresca.
Ola de aroma de sal marina,
así es mi ola, ola, ola,
cuando llega al despertar.
Y así espero, pacientemente
la ola, ola, ola plateada,
infinita y lejana, cada mañana
tumbado en la arena, para jugar
No hay comentarios:
Publicar un comentario