El tema de hoy puede herir seriamente la sensibilidad de las personas y aunque no tenga imágenes la imaginación vuela. Aviso para que no haya malos entendidos y es que la crónica de hoy es El tema de hoy puede herir seriamente la sensibilidad de las personas y aunque no tenga imágenes la peliaguda.
"Investigadores del Hospital Monte Sinaí de Nueva York a cargo de la doctora Shanna Swan han confirmado en un estudio que la polución podría afectar al tamaño de los miembros viriles en los hombres y a su fertilidad".
! Alaaaaa! Lo que nos faltaba para poner más presión al pene y es que solo con leer la noticia del susto se ha encogido dos centímetros, y es que no hay miembro masculino que soporte tanta tensión. Raudo y veloz he buscado un metro (es un decir) para medir las posibilidades de cara al futuro. Me he mirado en el espejo de lado, de través y de canto y la verdad sea dicha no he notado nada. ¡Pero esto no es vida! Entre la pandemia, las manifestaciones feministas, las lesbianas y ahora esto de la disminución del pene no habrá quien moje en un futuro. Porque digan lo que digan... ¡El tamaño sí importa!.
Nunca más seremos los que fuimos, que pena. Recuerdo aquellos penes paseando de un lado a otro de la playa balanceándose bajo los rayos del sol y hundirse en las profundidades de las claras aguas del Mediterráneo. ¿Qué serán dentro de cien años de las estatuas romanas esculpidas con los penes al aire? ¿Qué contarán los libros de los penes de los tiempos de los griegos y los vikingos con aquellos miembros desatados entre guerras y orgías?
¡Por favor! Entre todos evitemos "el penecidio" y reciclemos a toda costa. ¡Luchemos por el medio ambiente!
No usemos bolsas de plástico, no tiremos porquería al mar. Que los pueblos y los políticos negocien para un mundo más limpio y mejor para la salud de nuestros hijos.
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