lunes, 6 de junio de 2022

ÉRASE UNA VEZ UN REY...

El caos que estamos viviendo en este país tras el final del estado de alarma es alucinante. Es como si nos hubieran dejado en pelotas en medio de la plaza mayor del pueblo. Y es qué además, los presidentes de las comunidades, reconocen el hecho de no saber que tecla tocar o ley a la que agarrarse. Pero el "Presi" a dicho: Si te he visto, no me acuerdo.


Vamos a ver si conseguimos entenderlo con alguna fábula que me saque de la manga:


Érase una vez, un Rey que gobernaba un país muy grande y poderoso. Tuvo diecisiete hijos e hijas con diferentes esposas y concubinas. A cada uno de ellos, con el transcurrir de los años, les dejó que gobernaran una región de su vasto imperio.


El Rey, desde su castillo, gobernaba y dirigía a sus hijos. Estos, contentos de su poder y estatus, le iban pidiendo dinero de las arcas del rey de vez en cuando. Pero a la vez se enriquecía con los impuestos y las injusticias a las que sometían al pueblo. Qué con el sudor de su frente, hacían más y más rico al avaricioso monarca, a su corte y a sus descendientes.


Pero un día, sin saber ni de dónde ni cómo, apareció una terrible epidemia que fue matando a miles y miles de ciudadanos por todo el territorio, causando el pánico entre los más desamparados.


Sus hijos, angustiados y asustados por la transcendencia de aquellos graves acontecimientos, pidieron con urgencia, ayuda a su padre. Pero él, temeroso y desconfiado, abandonó a los hijos e hijas a su suerte. Mientras tanto, la muerte campaba a sus anchas, por las calles y rincones del reino.


Sus hijos e hijas, le imploraron ayuda urgente, ya que con su poca autoridad y escasa riqueza, no podían hacer nada para ayudar a la gente que enfermaban y morían sin remedio.



El Rey dio la espalda a sus propios hijos y dictó un bando para que fuera leído y colgado en la plaza mayor de cada pueblo. Para que no hubiera ningún ciudadano de su reino, que no se diera por enterado.


Y así rezaba:


"SÁLVESE QUIEN PUEDA"


Firmado. El Rey

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