Y ahora a quién le cuento, que tengo el corazón partido. Que oigo como llaman a la puerta los demonios del olvido. Sentado en el balcón, veo como los campesinos siembras la semilla. ¡Está tan lejos de casa!, Pero no consigo olvidarla, a pesar de mi ya desgastada memoria.
La noche, arremete con fuerza contra la luz del día y gana la oscuridad de forma incontestable. Un negro velo me rodea y sigo pensando que todo fue fruto de la fantasía que distorsionó la más pura lógica de dos amantes que compartían saliva y cama.
¿Y ahora qué haré, con tanta noche estelada? ¿Qué haré con mis ojos muertos de miradas? No volveré a sentir su piel sobre mi piel, esperando las primeras luces del alba, para volver a verla alejarse.
Y aquí me tienes, dando vueltas y más vueltas a una historia finiquitada, que no tiene vuelta de hoja y que no quedaron ni las migajas. E Igual que la última noche oscura de caricias, ella fue desapareciendo, mientras se iban apagando los luceros al alba.
Juanjo Cardona.
Colección: YO, POETA. TE ACEPTO COMO MUSA.
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