No dirás que no vivimos en el mejor país del mundo. Es como estar con "Alicia en el país de las maravillas". Aquí nunca pasa nada, lo tienen todo controlado y no hay ninguna razón para quejarnos.
Bueno, tal vez el COVID-19 nos está haciendo la puñeta, pero con las vacunas ya está el tema finiquitado. A final de cuentas, si nadie lo remedia, seremos el segundo país del mundo, por la cola, que más problemas tenga con el PIB y vete a saber cuando volvemos a recuperar la economía del país en quiebra.
Mira tú por donde esto no es importante, porque la Unión Europea nos mandará una pasta gansa y santas pascuas. No sé por qué, pero me da en la nariz que los pobres solo recogerán las migajas de todo este despilfarro.
Tú miras las noticias y te da la sensación de que todo lo que pasa en España está bajo control. Lo más importante del mundo para el gobierno, hasta ayer, fue aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Ahora todos los españoles debemos de estar orgullosos de sus logros. Vamos, que me tienen que no cago de contento. Bueno, lo suyo les ha costado, a ellos y a todos los españoles, que en esta película hemos actuado de extras.
Pues lo dicho, que parece que sus objetivos no van a la par con los del pueblo. En general lo estamos viendo con cierta reminiscencia y estupor. Digo yo, que algo se les ha ido de la mano. No sé si será por lo de la lengua vehicular, por las concesiones a algunas comunidades autónomas o por los indultos que se avecinan.
Será que el CORONAVIRUS me tiene tan preocupado que no me deja ver un palmo más allá de la nariz. Pero me estoy oliendo que algo va a cambiar. No sé yo, pero algo me dice que esto no terminará aquí y nos seguirán sorprendiendo... y sino, al tiempo.
Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.
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