Cuando tú me miras, yo me sonrojo.
Y cuando dices que me ves hermoso,
yo me muero, porque tus ojos,
solo ellos, me ven fastuoso.
Yo, por mucho que mire en ellos,
no me veo como tú me ves.
¡Sí, son hermosos tus ojos,
también lo son tus labios
y tus mejillas coloradas!
Pero yo, en tus ojos siento vergüenza
yo me muero, porque tus ojos,
solo ellos, me ven fastuoso.
Yo, por mucho que mire en ellos,
no me veo como tú me ves.
¡Sí, son hermosos tus ojos,
también lo son tus labios
y tus mejillas coloradas!
Pero yo, en tus ojos siento vergüenza
de mi barba cerrada, de mis labios gruesos,
de mis pechos caídos y de mis flácidas piernas.
¡Cuando tú me miras, me asusto,
¡Cuando tú me miras, me asusto,
me siento desnudo y no me gusto!
Como tú me miras,
Como tú me miras,
ninguna antes me había mirado.
¡Y son a ellos, a tus ojos,
que solo con alzar los párpados,
ya les temo!
Al final, cierro los míos avergonzados
y me abandono a mi suerte,
dejándome llevar por tus lívidos ojos.
ya les temo!
Al final, cierro los míos avergonzados
y me abandono a mi suerte,
dejándome llevar por tus lívidos ojos.
Colección Hablemos de ti
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