me he jurado seguir queriéndote.
Sin tener cerca de mí tu cintura dorada,
he sentido un vacío profundo y desolado.
Te amo a pesar de estas noches de insomnio,
de viajes errantes a través del frío helado
de las sábanas arrugadas.
Tal vez me aferro al recuerdo de mi fantasía,
que con el tiempo ha dejado mi corazón sin vida.
Solo anhelo que el tiempo borre mi sufrimiento,
y poder tocar tu mejilla sonrosada
para reconciliar en paz mi infelicidad cansada.
Colección paisajes de mujer
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