me es difícil recordar
el color de la luna peinándose en el mar,
al igual que se me desvanece
el claro brillo de tus ojos.
Creí haber robado el tiempo al mismo tiempo,
y sentí haber fundido en un cofre de oro
la suavidad de tu piel.
¡Me engañé!
Arañando cada uno de nuestros instantes,
miro hacia atrás y me cuesta recordar tus manos,
ya no siento correr tu fragancia por mis dedos.
Humedezco mis labios para devolverles
el sabor de tus besos.
Entonces creía reconocer
el olor del aire que nos envolvía.
Llegué a soñar que
el tiempo nos pertenecía,
que nada nos separaría.
Cierro los ojos para retener
en mi memoria, los recuerdos del ayer,
cuando recorríamos aquellas cálidas arenas,
cuando nos mirábamos a los ojos con amor.
Quisiera volver hacia atrás
las manecillas de nuestro "maldito reloj",
para sentarme sobre nuestras rocas de papel
y contemplar aquellas olas de cristal.
Hoy, que hasta mis recuerdos
me están robando el tiempo,
el mismo que había creído vencer.
No comprendo por qué no te dije
todas aquellas palabras que me guardé;
si fuera ahora, con las cosas que sé,
seguro que chillaría a la luna de plata
todo aquello que antes me callé.
Colección paisajes de mujer
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