A UN PANAL DE RICA MIEL DOS MIL MOSCAS ACUDIERON, QUE POR GOLOSAS MURIERON, AL PONER SUS PATAS EN ÉL.
Un pajarito me ha contado, que en cada uno de mis besos, se te derrite la boca y que te saben a miel, a miel, con queso. Que de mí estás enamorada como una colegiala. Yo no le echo cuentas a las habladurías de estas "cotorras". Y le pongo a cada beso todo eso que llevo dentro, que no es poco. Y si lo comparas con otros te darás cuenta que los de los demás te dejan indiferente. Y eso, tú lo sabes.
¿Qué sabrán ellos de miel? Que tendrían de comprar un panal entero, para que nunca se les acabe el brebaje. Cualquier día al pobre poeta, algún envidioso le pegará un tiro para robarme lo que ellos no saben ni que existe. Ignoran que los besos se llevan muy, muy adentro. Ni se compran, ni se venden. Que son fruto del cariño verdadero. Esto, o se tiene, o no se tiene. ¡Ole!
El día que te pierda, amada mía, sin ti, mi poesía se va a quedar huérfana. Que sin miel, sin abeja y sin flor ni queso, no habrá más néctar que liberar sobre tus labios. Y yo me moriría de pena.
Que digan lo que quieran estas cotillas de tres al cuarto, que van de un lado a otro para dar un mal vivir a los enamorados. Yo te digo, que todo esto es pura envidia que les corroe por dentro. Porque saben que, más allá de sus habladurías, no tienen vida propia.
¿Qué sabrán ellos de miel de abejas, de flores, de besos o de queso? Qué sabrán ellos, que en su boca, solo han criado veneno. Te prometo por lo más sagrado, amada mia, que este poeta, cada vez que te besa, le ofrece a tu boca: miel, miel de flor de almendro.
Juanjo Cardona.
Colección: YO, POETA. TE ADOPTO COMO MUSA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario