CONOCERTE HA SIDO LO MEJOR QUE HA SUCEDIDO EN MI VIDA

Quiero, amor, escribirte un poema, que diga que lo que siento por ti, va más allá de la simple alegría.

Un poema con las letras que juego todos los días. Para escribirte entre puntos y comas,

entre vocales y consonantes, todo aquello que cuando estás a mi lado, no me atrevo a confesarte. Quiero pensar, que cuando lo leas, llenará tu corazón como una melodía. Un poema exento sin florituras, que te envuelva de fantasía, algo sencillo, que cuando lo leas, sepas que por ti moriría  

 Voy a escribirte un poema titulado: “CONOCERTE HA SIDO LO MEJOR QUE HA SUCEDIDO EN MI VIDA”

 

 

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

A TI

Querida: si vinieras no te olvides de traer contigo la sonrisa de los sábados, el beso de los domingos, las frases de los lunes, la simpatía de los martes, las caricias de los miércoles. Los cumplidos de los jueves, y las miradas de los viernes. Pero sobre todo, no olvides de ser tú misma, porque es a ti a quien quiero con toda el alma mía. Las demás son como las flores, que son hermosas… pero se marchitan.

 

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

NO NECESARIAMENTE EL POEMA DEBE DE SER DE COLOR DE ROSA

Escribir, escribir en ocasiones no es divertido. Algunas veces la letra sale desgarrada, lastimada, queriendo evitar las lágrimas del pensamiento. Nace con la necesidad de contar la verdad y escribirla con tinta china, tan negra como el alma mía por tantas personas que mueren a diario con esta maldita pandemia. 

No siempre al escribir sale el sol por Antequera y ahora, cada noche, al contar los muertos, como si se tratara de un parte de guerra, te imaginas de luto a tantas familias, que ni tan siquiera pueden llorar a sus difuntos. Que me muero de penita, pena y me quedo sin palabras en el tintero. Y así, de esta tristeza, amanecemos cada día sembrando de cruces los cementerios.

 

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

CUANDO NACE UNA HISTORIA

Se nos fueron los labios apasionados hacia el beso que guardamos en silencio durante tanto tiempo. Aquel día desapareció el pudor y bebimos a sorbos la luna de plata brotando del rosal de la rosa escarlata. 

Y desde aquel dulce roce, amaneció la más bella de las sonrisas. Y desde entonces la añoro perdido en el laberinto del amor. El deseo se consumió en un sinfín de caricias y esto me hizo pensar: que con uno solo, podría escribir historias de besos interminables. 

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

CREPÚSCULO

La luna permanecía expectante mientras la luz azul caía sobre mi mundo en calma. He visto desde mi ventana como las olas de plata llegan a la playa y las barcas se balancean en el silencio de mi pueblo dormido. De vez en cuando una estrella fugaz rompe el encanto del momento y yo sigo añorando tu mano sobre mi mano, mientras levitábamos sobre las aguas. ¿Qué pasó entonces? ¿Qué pasó para que te alejaras? ¿En qué lugar perdí mi hado el día que te fuiste sin mentar palabra?

 

Sabes que te estoy esperando, sabes de mis debilidades y que me siento triste y desolado. Te siento lejana, muy lejana y vuelvo a los mismos lugares por donde paseábamos por si un día volvieras a casa.

Cruzó la luna su espacio, se llevó la luz azul y volvieron las primeras luces crepusculares. El día te devolvió al pasado como si nada hubiera sucedido, pero cada mañana me pregunto en qué cama y con quién te estarás acostando.

 

 

 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

EL PESCADOR DE BESOS

En mis sueños te presentas en forma de nube algodón que gravita en el cielo, eres blanca y ligera. Así eres en el sueño mío y endulzas la noche desde el instante en que besas mi boca. La luz de tu sonrisa me sonroja las mejillas y un simple roce se convierte en vino dulce y acelera mi corazón mientras me miras. ¡Oh! Canción de ángeles celestiales que elevan mi cuerpo en el primer beso que yace sobre mis labios.

Y grito, a los cuatro vientos, que eres mía, mía eres, y ya no saldrás de mi sueño fácilmente. Te miro y extiendo mis redes hasta el fondo de tus ojos verdes y en la malla de mi amor quedas presa, cautiva de cantos de sirenas envuelta en algas marineras. Y es en este injusto instante cuando despierto y recojo las redes de mi sueño contigo dentro. 

  

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

AL CRUZAR LA CALLE

Algún día, en alguna calle del pueblo, cruzaremos la mirada. Uno de los dos bajará los ojos, y yo me ruborizaré como un niño. Tal vez pensemos que no es un buen momento para charlas inútiles. Nos vendrá a la memoria aquellos besos que nos dimos y las promesas de amor que nunca se cumplieron. El trayecto se hará eterno. Al cruzarnos disimularemos; yo miraré a un lado y tú cambiarás de acera.

Pasaremos de largo, igual que pasó el amor por nuestras vidas. Tendremos deseos de girarnos para volver a mirarnos por última vez antes de dar la vuelta a la esquina. Yo lo hago, tú tardaste un poco más, pero disimulaste como si no me vieras. 

Al llegar a casa quiero escribir y explicar que todavía te amo, que quisiera besarte, que no puedo olvidarte. Espero un mensaje por tú parte que nunca llegará. Esperaré otro día que te vea para contarte que por ti muero un poco más cada día.

 

 

 

 

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO. 

EL EMBAUCADOR DE LETRAS

Y no es tan solo por las letras, ni por el mismísimo poeta por lo que me enamoro, sino por el amor con que escribe. Por la sensibilidad con que escoge las vocales y las consonantes, y el cariño con que las coloca sobre un pergamino. Por la ilusión que le pone a cada palabra, por la ternura con que marca las comas. Por la magia de los puntos seguidos y los suspiros que provocan los puntos y aparte. Y que decir de este arte que le da a los dos puntos y la desvergüenza del punto y coma, con los que me parte el alma mía, para seducirme hasta el delirio… con los puntos suspensivos. ¡Como para no quererle! Vamos, digo. Si solo con el título se me pone el vello como escarpia. Y como no, por ese acento que me estremece o por estas líneas que me vuelven loca de remate.

Y que me dices, de cuando describe con tanto tacto el abrazo tierno o este desnudo íntegro que desata la lujuria desde las mismísimas entrañas. Son tantas las palabras agudas, llanas y esdrújulas. Son tantos los adjetivos que va alineando de forma virtuosa, que convierte en todo un lujo el modo de llenar las hojas en blanco. En el punto y final se me acelera el pulso, hasta desvanecerme entre mares de chocolate y nata.

Y es este el preciso instante en que el poeta da por terminado el poema, con un FIN con mayúsculas.

 

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

NANAS DE MI AMADA

No te imaginas la ilusión que me hace cuando me hablas. No te escucho, y lo sabes, mientras tus labios me seducen como a un adolescente. Te pregunto y espero que contestes con voz tenue. Me provocas, aunque no me importa lo que digas. Mi cuerpo arde, tu boca me seduce. Me excitas, me incitas. ¡Tú eres esa, que con la voz me enamoras!

Me hablas y te miro embobado. Y de esta forma consigo que las noches se alarguen hasta la llegada del alba. Te ríes, me miras y me acaricias. Cierro los ojos y te pregunto cosas banales que no vienen a cuento. Pero tú sigues hablando y hablando.

¡Eres una dosis de morbo continuo!

Alucino cuando me susurras al oído. Y es entonces cuando mis gemidos desfallecen mar adentro y las olas los devuelven a la orilla. 

Te abrazo, te callas, me abrazas, me duermo. ¡Te quiero!

Colección: TERRONES DE AZÚCAR BLANCO. 

BESOS FURTIVOS

Los besos aparecen y desaparecen de tus sueños y a la mañana siguiente estás hambrienta de sexo. Y es entonces, cuando vuelves a casa con nuevos pretextos y me suplicas que te acoja. Y allí estaré yo como siempre, aunque sé que luego me robarás el amor que te entrego. Buscas consuelo en mi boca y entre las sabanas. Todo sigue igual que cuando me abandonaste sin motivo aparente.

Nada cambiará. Tú eres tormenta y yo fuego, nos seguimos queriendo como si nada hubiera sucedido en este corto espacio de tiempo. No será un día cualquiera. ¡Será otra noche para el recuerdo! 

Cuando amanezca me haré el dormido. Tú recogerás todos los besos; los que esparcimos por las sabanas y hasta los que cayeron sobre el suelo. 

Te vestirás en silencio y te irás como si nada hubiera sucedido. Saldrás de puntillas de la habitación y yo te miraré de reojo a través del espejo con una pícara sonrisa.

Y me preguntaré ¿Cómo se puede seguir viviendo disimulando que nunca ocurre nada?

 

  — Pues será que el destino ha querido que vivamos como dos furtivos enamorados…

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

MARIPOSA

¡Ay hermosa mía!, que fluir tan dulce el que surge de tus labios que vas impregnando de flor en flor tan innato aroma. Le dedicas un solo instante a cada una y crecen con la esperanza de ser cautivadoras y hermosas. Les das la ilusión de ser únicas. Les hablas y las proteges, pobre de ellas, pobres flores, por qué saben que no tendrán jamás tu belleza. Se pintan de colores y se visten de seda para no morirse de envidia.

¡Qué equilibrada frescura la tuya!, que vas repartiendo cuál hada felicidad por donde pasas. ¡Hermosa mía!.

 

Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

¡POR FAVOR!, QUE NADIE ME DESPIERTE.

¡Ay, rosa de mi alma! ¡Soñé que eras mía! ¿Cómo te lo explicaría? Pues nada tengo que ocultar, porque el sueño era mío, y en él, contigo gozaba. ¿Y qué mal hubiera en ello? Si no puedo ser tu amante en la tierra, al menos reúno en sueños lo peor del infierno y lo mejor del cielo. 

Y allí, entre nubes me llamabas con tu vientre de fuego. Tus uñas se clavaban en mi pecho y me hablabas de amor y de esperanza. Me cantabas nanas, para que no desvelara de tan dulce sueño.

"Que no despierte el mundo, que no despierte. Que no despierte yo de esta suerte, que muero si despierto. ¡Si duermo, jamás me despiertes, porque moriría de amor al no saberte!"

Más desperté sin remedio, y vi que estuve vivo en mi sueño. Ahora que estoy despierto, ¡me mueroooo!

 

 

Colección: TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.