Es dificil tomar decisiones, cualquiera que escojas siempre
aparecen las dudas. Aunque es imprescindible tomarlas para seguir creciendo
como persona. Decisiones de las que serás esclavo con el paso de los
años. Decisiones que al fin y al cabo nunca serán lo suficiente importante para
que no puedas rectificar: Solo la muerte no da una segunda
oportunidad.
Con esta introducción quisiera dar ha entender que todas las decisiones protocolarias respecto al covid-19 siempre tendrán detractores y es normal que la mitad de los ciudadanos no estén de acuerdo. Pero alguien las tiene de tomar y apechugar con la culpa. No quiero decir que todas sean correctas, porque algunas no se aguantan ni con pinzas. Lo bueno que tiene ser político es que nunca se sabe quién a tomado la decisión final y tampoco es cuestión de matar al mensajero. Se toman y punto y si no son las acertadas se cambian y sanseacabó. Me da la impresión que con lo del virus van dando palos de ciego y van improvisando a medida que van pasando los meses.
Y así andamos todos como pollo sin cabeza, cada uno lo interpreta a su manera y discutimos como eruditos en los bares y con la familia sin tener ni puñetera idea.
Resumiendo; Somos nosotros mismos los que tenemos de coger el toro por los cuernos y dejar de hacer el imbécil, que nos puede costar la vida. ¿Lo vas pillando?
Vamos a
tener paciencia, el virus se va a quedar a vivir con nosotros, aunque seguro que pronto lo encarcelaran en una probeta. Pero mientras tanto...¡¡¡Sálvese quien pueda... esto es la guerra!!!
Colección: CRONICAS DE CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.
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