a quien rendir cuentas,
como quien no tiene
nada pendiente.
Ando sin salir del barro,
en el fondo, igual que
antes,
pero sin dar
explicaciones.
Ando, pisando el fango,
porque no me doy cuenta,
pero tampoco me gritan
en el rellano de la puerta.
A mi vera no tengo
quien me susurre,
pero tampoco quien me
vocee.
Ando a ratos despistado
porque no tengo quien me
guíe,
pero a cambio descubro
caminos sin limites.
caminos sin limites.
Por las noches, sigo
soñando,
como antes, con sueños
rotos,
pero ahora parecen
reales,
como los que tenia antes...
mucho antes de conocerla.
Mis manos están solas,
como mi casa, como mi
cama.
Ahora todo es diferente,
del color de la tinta
china,
no como antes, que creía
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