y al olvido de aquel
tiempo
que el blanco de los
almendros
cubrían el cielo.
de su lengua viperina
que desdibujaba cualquier
atino a la verdad.
¡Qué tiempos aquellos
que volábamos ala con
ala,
pico con pico!
¿Cómo quieres que volemos?
¡si mis ojos están ciegos,
si mi palabra esta muda
y ya no pueden volar
mis alas quebradas!
¿Cómo quieres que rasee
por mares, montes, ríos y valles?.
Si tú te encargaste de
que olvidase
hasta de mi propio nombre.
¿¡Cómo quieres que vuelva volando
de nuevo a comer a tus manos,
2 comentarios:
Y continuando con el tema de los ángeles, te diré que solo es necesario que olvides las alas y lleves tu mano al corazón... ahí está la respuesta.
Bellas letras, llenas de sentimiento, te dejo un abrazo y dejamos las olas de lado por el momento, están espantosas.
Hola Cristina:
Si, ahora me ha dado por el tema de los ángeles, me parecen unos personajes de ensueño, a las novias le decimos que son “como ángeles” y a los niños también que “parecen “ángeles” y si escribes como tu escribes, te dicen que “escribes como los ángeles”…
Otro día, cuando mis alas se hayan marchitado pondré mi mano en el corazón y dejare que sea el quien escriba…
Últimamente por Montevideo el mar esta revuelto, las olas son frisa y espantosas, con lo cual no puedes mandarme besos montados en olas. Tú mándalas que yo las pondré a buen recaudo…
Y como por aquí, las olas, siempre son tranquilas, ahí va esta que esta cubierta de espumita blanca… Mua, muas
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