Quisiera decirte, amada,
que
me muero en silencio
cada
vez que tus labios me rozan
y
se convierten en beso.
Dulzura
de miel, de azúcar.
Reconduce
mi alma, uno solo de ellos.
Róbame
el deseo, quítame el anhelo,
pero
no ahorres un solo beso,
¡que
ahogas mi aliento!
Cómo
callar cómo me siento
si
es un secreto a voces,
que
si no tengo tus labios,
mi
corazón no tiene alimento,
porque
le falta el oxígeno
que
hace que se sienta enérgico.
Confieso
en el silencio del beso,
que
me produce excitantes deseos.
Lamerte la piel, por fuera y por dentro.
Amarte, amarte como un poseso.
Abrazarte
en silencio, abrazarte a fuego lento.
Besarte, besarte en un beso eterno.
Ves cómo el silencio a veces es bueno
y es mejor que hablen los besos,
porque a mí, me da miedo...
¡hasta cuando el roce de tus labios,
se convierte en beso!
se convierte en beso!
Colección Almas nostálgicas
2 comentarios:
Que dulce silencio, que maravilloso beso.
Cuando escribe la mente junto con la piel la poesía se convierte en la melodía del cuerpo.
Me encantó leer tu beso silencioso!
Te mando un fuerte abrazo que lo lleve la ola hasta la orilla de tu playa.
Los besos, son el primer acto de un largo proceso.
El beso, se convierte en cómplice de cualquier juego.
Unos los prefiere dulces, otros largos
y otros, entre encajes de puntillas.
Pero siempre, siempre… ¡el beso esta presente!.
Me encanta que pases por mi ventana,
¿que haría esta pobre ola de colores sin tu playa?.
Juanjo
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